Faltan tres meses para que se cumpla el cuadragésimo quinto aniversario del final de una de las guerras más recordadas de la historia de la humanidad. Y aunque el próximo 30 de abril habrán pasado 45 años desde que terminó el conflicto que duró dos décadas, le costó la vida a entre 5 y 6 millones de personas y representó acaso la primera y única derrota militar para el súper poderoso ejército estadounidense, a Vietnam se lo sigue relacionando, en el vocabulario popular, con esa conflagración.
“Me mandaron con una gomera a Vietnam, y volví”; “Esto es Vietnam” o “Más perseguido que soldado yanqui en Vietnam” se dice, entre la gente de a pie, para dar a entender que se enfrentan situaciones riesgosas o que ponen a uno en relativa o cierta desventaja.
Para algunos, en cambio, las cosas son muy diferentes. Sobre todo para los más jóvenes, aquellos que nacieron cuando los combates entre el 7º Regimiento y el Vietcong ya eran parte de la historia. Para ellos, Vietnam es un destino turístico que propone mil alternativas y opciones, algunas de ellas paradisíacas, como playas de agua turquesa rodeadas de peñascos donde predomina el verde pero amalgamado con un sinfín de tonalidades.
No es un lugar sencillo para ir, por varias razones. La principal, lo que cuesta. Llegar hasta Hanói no sale “dos mangos”. Y mucho menos con el valor que alcanzó el dólar y con el famoso “30 por ciento” que grava desde este año todo viaje o consumo en el extranjero. Otro tema es el idioma, absoluta y completamente diferente al español. El último son las costumbres: no hay una comida que se parezca a las nuestras. Bueno, sí, el arroz puede ser.
Aun así, los que pueden van a conocer y a disfrutar de esos paisajes de ensueño. Lola Latorre, que en 2019 sorprendió llegando hasta las últimas semanas del Bailando, armó las valijas y desembarcó en Vietnam con su novio, un muchacho llamado Jerónimo González Chávez al que nunca pudo llevar a la pista de Tinelli y que lleva en el orillo una marca que se ha vuelto una pesada carga por estos días: es rugbier.
Con el pibe de apellido patricio, después de pasar con sus amigas unos días en Costa Rica, la hija de Diego y de Yanina Latorre (que no para de escribirle en las redes sociales que la extraña) anduvo por la playa, recorrió cascadas y también visitó lugares históricos. Sitios, monumentos y edificios que recuerdan el conflicto armado de hace 45 años. No debería sorprender, para nada. ¿Qué otra cosa puede buscar una parejita de su edad, cuando viaja sola, que no sea “guerra”?
