Una semana fue el tiempo que tuvo de descanso. Y Sol Pérez (25) encontró la fórmula perfecta para que le rinda lo suficiente. Claro, los tiempos que impone la televisión –es panelista de Involucrados, en las mañanas de América– no le permitieron disponer de más días de relax, lejos del ir y venir de todos los días y los múltiples compromisos que suele tener. Pero eso, lejos de ser un impedimento o una “piedra en el zapato”, hizo que cada hora de descanso tuviera aún más valor.
Por eso, la rubia apostó a dos decisiones que fueron fundamentales para su felicidad. Primero, el destino elegido para viajar, su preferido en el mundo, Tulum. Y segundo, lejos de las especulaciones periodísticas –se habló de que lo hizo acompañada por su nuevo novio–, fue secundada nada más ni nada menos que por sus papás. Claro, motivos para ambas elecciones no le faltaban. Por un lado, ella, Claudia y Horacio tienen una excelente y fomentada relación de padres e hija.
Incluso, la acompañan a distintas presencias en la noche de Buenos Aires o campañas gráficas, como también lo hicieron cuando ella hizo temporada teatral en Carlos Paz y quería devolverles con un gesto lo que siempre hicieron por ella. Y, por el otro, en el medio de las vacaciones, Sol cumplía años y quería estar acompañada por sus afectos más allegados.
Y un día salió el sol… Pérez y sus progenitores se hospedaron en el Dune Boutique Hotel Tulum, un cinco estrellas de perfil bajo en comparación con los que hay en la zona. Desde la ventana de la habitación, las maravillas de la naturaleza se le imponían a la estudiante avanzada de abogacía. A primera vista disfrutó de una piscina sobre la arena con aspecto rústico y salida directa al mar. Y a su juego la llamaron.
La ex chica del clima capitalizó cada hora de sol para tostar sus curvas que, inevitablemente, por su belleza y atractivo, se impusieron ante todos los testigos, que quedaron impactados con el topless que se animó a hacer y las diminutas tangas que fue luciendo a lo largo de los siete días. Amante de las fotografías –aunque es partidaria de tomarse o que le tomen una imagen detrás de otra hasta encontrar la perfecta–, hizo que sus curvas se transformaran en una postal ideal para sus fanáticos, en las playas de Quintana Roo, uno de los lugares más exquisitos y bohemios de la Riviera Maya.
"EN LAS VACACIONES ESTUVE TODO EL TIEMPO SOLA. HABIA HABLADO CON MIS PADRES QUE SI CONOCIA A UN CHICO PODRIA SALIR, PERO NO SE DIO", DIJO SOL.
Sopló las velitas… Para recibir un nuevo año de vida, María y sus papis se acercaron a Azulik, otro hotel de la zona, también cinco estrellas, pero con perfil más alto que el anterior. Entre brindis y brindis, la ex participante de Bailando por un sueño celebró sus 25 años soplando las velitas y degustando una torta que le prepararon especialmente para la ocasión. Y para lo que restó de la experiencia familiar, se hicieron una escapada a Cozumel (isla en el Caribe), donde los tres nadaron, bucearon al ritmo que impusieron los peces y las tortugas.
“Estuvimos en lugares hermosos, re tranquilos y mágicos. Al punto que casi ni usé el celular, algo que estuvo muy bueno. Este viaje fue un retiro espiritual. Estaba hablado con mis padres: si conocía a un chico, no había problema en salir con él, pero no fue el caso. No hubo hombres, este viaje fue un retiro espiritual”, definió para Paparazzi la ex novia de Lautaro Martínez. ¡Hasta la próxima!
