En cierta oportunidad, alguien utilizó el término “camaleonizar”. Lógicamente, un verbo ausente en los diccionarios de la Real Academia española y que tampoco suele ser implementado en el vocablo coloquial, es decir en el hablar común y cotidiano de los argentinos. Pero que, sin embargo, sirve para entender claramente su significado. Divagemos un poco: dícese de la persona que se acomoda rápidamente a la situación. Algunos lo hacen desde el punto de vista estético y otros, más criticados, desde lo moral o lo ético. El oficio del actor requiere, precisamente, “camaleonizarse” bastante seguido. Casi a menudo.
Para ser más claros, a medida que le van apareciendo nuevos roles sobre el escenario y frente a una cámara. Bajar de peso, fortalecer la musculatura, aggiornar en lo posible las cuerdas vocales y demás. En resumen, los pedidos más frecuentes que plantean los directores para conseguir que el actor se adapte lo mejor posible al personaje asignado. Algo, últimamente, viene haciendo Leticia Brédice (42). Esa es la razón de sus cambios casi permanentes. Hoy la ves rubia; mañana, morocha, y pasado, colorada. Por esa razón se la vio a la actriz lucir una radical modificación en su look, en la avant première de Un viaje a la Luna, que la tiene como una de las figuras más importantes de su elenco. Brédice, como generalmente ocurre, sorprendió a propios y extraños, por su excentricidad, y también porque, a diferencia de los últimos eventos, concurrió con un hombre que no es su novio. ¡Fue con su ex! Su acompañante se llama Mariano Airaldi y fue su pareja tiempo atrás. De su novio actual, ni noticias. Se trata de Federico Parrilla, quien, de seguir dejándola sola, lo más probable es que termine “al horno”.
Leticia y esos raros peinados nuevos
Leticia en la premiere de Un viaje a la luna
