Ni siquiera el tercer embarazo logró alterar la magnífica figura de Antonella Roccuzo. Su bajo perfil y gran modestia hizo difícil acceder a los secretos que la mujer de Leo Messi tiene para mantener su lomazo. Allegados a la rosarina aseguran que en gran parte su belleza es cuestión de genética y toman como prueba a sus dos hermanas, quienes también esplendidas.
Sin embargo, la soltura económica le da a Antonella la posibilidad de dedicarse mucho a su cuerpo. Para empezar, la muchacha tiene dos niñeras de tiempo completo que se ocupan de sus hijos y le dan la libertad para dedicarle dos horas diarias a una extrema rutina aeróbica. El gimnasio donde Antonella esculpe su cuerpo es de última generación y está dentro de la mansión que la familia posee en Castelldefels, a sólo 25 kilómetros de Barcelona.
Eso no es todo, la mamá de Thiago y Mateo también consigue tonificar su cuerpo bailando zumba, un entrenamiento divertido que practica bajo la supervisión de Daniella Semaan, la mujer de Cesc Fàbregas, compañero de Messi en el Barcelona, e íntima amiga de ella. A eso se le agrega una dieta rica en proteínas y una restricción en el consumo de harinas. ¡Con razón está tan diosa!
Antonella, una diosa de bajo perfil.
