Durante 2017, Paz Cornú (41) se separó del empresario Jorge Basile, padre de sus dos hijos, Milán(4) e Italo(2). Fue un momento complejo en su vida. El más chiquito apenas tenía 8 meses, y el más grande ni siquiera había dejado los pañales. Con el desafío de salir a trabajar y hacerse cargo de la crianza de los nenes, formar pareja no estaba en sus planes en ese momento. A todos los hombres les decía que no. Hasta que el destino la cruzó con su media naranja y no pudo ni quiso torcer el destino. En octubre de aquel año, en una fiesta, se encontró con Diego Orden(32), un modelo que la cautivó. “En el momento en el que conocí a Diego, la verdad no me quería poner de novia, pero lo vi y fue como un amor a primera vista, no me pude despegar”. Lo que vivieron en este tiempo los llevó a comprometerse a fin de año. Pero se quedaron con gusto a poco y en abril pasarán por el registro civil para formalizar los sentimientos.
–¿Estás ansiosa de que llegue el momento?
–Hay días que sí y otros que no. Tengo una mezcla de felicidad, ansiedad y hasta estrés por los preparativos. Gracias a mi casamiento creé una línea de vestidos de novia, y hacer las fotos y todo eso ayudó para bajar la ansiedad. Ponerme un vestido de novia y verlo a Diego con el traje que va a usar fue muy movilizante.
–¿Qué sentiste al verte vestida de blanco, más allá de que era para tu colección?
–Me dio taquicardia, palpitaciones… yo nunca me había ni siquiera probado uno. Es muy fuerte verte vestida de novia. Es un antes y un después. Es impactante, ves cómo tu vida cambia. Fue como una prueba piloto antes de ponerme el mío (risas).
–¿Cómo fue la propuesta de casamiento?
–Fue después de Navidad y me lo propuso él. Me dijo vení, que te quiero decir algo… y morí de amor. Sacó los anillos y me preguntó si me quería casar con él. De más está decir que le dije que sí.
–El civil es en abril, ¿como viene la planificación?
–Sí, pasamos por el civil y de ahí nos vamos a ir a comer a Gardiner, el restaurante de una amiga, donde me voy a sentir cómoda. Va a ser algo muy íntimo, una comida con familiares y amigos cercanos, no mucho más. Lo de la fiesta, veremos, porque no quiero que sea algo convencional, quiero un lugar que me cierre desde todo punto de vista y que no sea un salón así nomás. Un lugar que me movilice y que pueda disfrutar.
–Vos tenés hijos pero Diego no, ¿hay ganas de tener juntos?
–Es algo que se habla, pero no en un corto plazo. El se lleva muy bien con mis hijos, son re compinches. Nosotros estamos muy enfocados en el trabajo, estamos trabajando mucho y por suerte estamos creciendo, viajando mucho a Nueva York por negocios, enfocados en que la marca crezca. Yo empecé con un bolso y hoy tengo una empresa y gente a cargo. Seguimos creciendo y queremos que se asiente bien para tener hijos, porque es una responsabilidad y hoy no tenemos ese tiempo.
–¿Cómo surgió lo de expandirte al mercado neoyorquino?
–Por casualidad. Estaba haciendo fotos para el look en la calle, me paró una persona para preguntarme de dónde era la ropa y le dije que la diseñaba yo. Resulta que esa persona representa celebrities de todo el mundo: Los Angeles, Nueva York, Milán, Roma, París… bueno, y me dejó su tarjeta y así surgió todo. Me propusieron trabajar con ellos, les dije que sí, y ahora estamos en la parte final para cerrar el acuerdo y el proyecto, por eso estamos viajando constantemente a Nueva York. Estoy contenta porque la marca se expande al mundo.
Paz Cornú y su inminente boda
Paz Cornú dará el sí