Carmen Barbieri es visceral, no conoce de tintas medias en situaciones que la atañen, y sobre todo en aquellas que ponen en duda su faceta profesional. La actriz ha protagonizado infinidad de cruces, entredichos, peleas mediáticas, siempre con su característica honestidad brutal. Ahora se abrió otro capítulo, en este caso que la enfrenta con el director teatral José María Muscari.
Esta historia dispone de varias aristas, en primera instancia posee un antecedente muy fuerte, que se remite varios años atrás. En aquella oportunidad, Muscari calificó públicamente a Federico Bal de “enano, payaso mediático, gordo y judío”. Una serie de improperios bastante desubicados, que incluyó un pedido de disculpas a la comunidad judía y al propio hijo de Carmen.
Después de esto, José María volvió a apuntar sus cañones en una entrevista reciente con Reynaldo Sietecase, en la que calificó a la obra Veinte millones como “fantasmagórica”. Un poco en alusión a los rumores que surgieron en la temporada de presencias paranormales en la sala. Aunque, el director redobló la apuesta con una declaración polémica: “Debe ser muy fantasmagórica la obra que están haciendo. Hace un mes y medio que están haciendo funciones y no logran hablar de la obra”.
Claro que los medios iban a buscar la respuesta de Carmen y llegó en diálogo con Radio Brisas de Mar del Plata. La capocómica aceleró a fondo y exteriorizó una opinión muy directa y cruda.
“Como hay libertad él puede decir lo que quiera, hablar de lo que quiera, hablar mal de los judíos, de los gordos, como lo hizo con mi hijo, ser clasista, nazi. Ahora después bancate la que viene”, soltó Barbieri.
A la hora de responderle a las críticas en lo estrictamente creativo de su obra, Carmen razonó: “Sobre la obra puede decir lo que quiera, puede no saber que gane el Estrella de mar, no saber que estábamos nominados a mejor producción, mejor comedia, no tenés porque saberlo. Pero yo soy respetuosa de los demás, yo sé quién es como director y las obras que hizo”.
Carmen disparó con munición pesada y terminó afirmando que nunca tendría una relación con Muscari porque ella no sería amiga de “un clasista, antisemita, nazi y racista”.
