Alerta spoiler: como dicen los noticieros ahora, este texto presentará imágenes y testimonios sensibles y demoledores para los corazones de todos los argentinos, que demasiado estrujado lo tenemos desde el miércoles de la semana pasada, cuando perdimos al ídolo más grande de toda nuestra historia. Apareció un video retro donde Diego Armando Maradona contaba cómo se imaginaba a los 60 años, entreverado en una charla que podría mantener con su hija Dalma a esa edad. Están avisados. Tanto lo que van a ver como lo que van a escuchar y lo que van a leer ahora puede herir la sensibilidad del más pintado. Allá vamos.
"Ufffff..... y me veo muuuuy viejo, y con Dalma diciendome "dejate de romper las pelotas, pa" responde Maradona, en el video, cuando el periodista le pregunta cómo se imagina a los 60. Tremendo.
Diego Armando Maradona, el jugador de fútbol más grande de todos los tiempos, murió en el mediodía del miércoles 25 de noviembre, tres semanas y media después de alcanzar, precisamente, las seis décadas de edad. El 30 de octubre, el día de su cumpleaños número 60, curiosamente volvió el fútbol argentino tras 7 meses de parate por la pandemia. Regresó con el partido que Gimnasia, el equipo que dirigía Diego, protagonizó con Patronato de Paraná, Entre Ríos. La imagen de Maradona disminuido y con enormes dificultades para movilizarse -que sólo pudo permanecer 10 minutos sobre el césped- dio la vuelta al mundo.
El video lo rescató la señal de noticias TN y formaba parte de una entrevista que le efectuó Canal 13 muchos años atrás. En un momento, el periodista le pregunta curiosamente cómo se imaginaba a los 60 años de edad. "Puffffff" dice un Maradona sonriente y de muy bien semblante. Se le veía una sonrisa dibujada en el rostro.
"Y bueno, muuuy viejo" responde Diego, y después agrega. "Dalma me diría "Papá, dejame de hinchas las pelotas, je je je je..." En ese momento, Maradona suelta una carcajada y los ojos se le volvieron a iluminar. Cuentan en su círculo cercano -o en uno de los tantos que hubo, porque tuvo "mil entornos" a su alrededor- que uno de los sueños incumplidos del ex capitán del seleccionado era reunir a todos sus hijos para sus 60 años. No pudo ser.
A los pocos días del cumple comenzó la sucesión de infortunios que derivaron en su muerte. Pocos días después, cuando su médico personal, Leopoldo Luque, decía que "estaba bárbaro", Diego tuvo que ser internado en una clínica de La Plata por presentar un cuadro de "deshidratación". Cuando se decía que ese período hospitalizado "era de rutina" sorprendió otra bomba: A Maradona le encontraron un hematoma subdural en la cabeza, por lo que fue traslado a un centro sanitario de Olivos, y allí operado.
A los pocos días volvieron los pronósticos favorables: se dijo que iba a salir de alta antes de lo previsto y que seguiría su evolución en una especie de "internación domiciliaria" en una vivienda del barrio San Andrés, en Benavidez, al norte del conurbano. Contradiciendo a la opinión de la clínica, que sugirió continuar la internación y los cuidados permanentes, lo llevaron a la que sería su última morada. En medio de las controversias por su salud, el 25, entre la mañana y el mediodía, sufrió una crisis orgánica que derivó en un paro cardíaco. No había médicos, ambulancias ni desfibriladores para asistirlo. Entonces, la luz que alumbraba la vida del futbolista más grande de todos los tiempos se apagó para siempre.