Cuando el 2021 parecía que iba a tener sus primeros días serenos y lejos de los escándalos, Connie Ansaldi y Luciana Salazar protagonizaron una de las primeras batallas campales en las redes sociales que trasladaron horas más tarde a la pantalla chica.
El conflicto comenzó cuando la periodista, invitada como panelista a Los Ángeles de la Mañana, habló de la relación de la rubia con el economista, y tildó de “desequilibrados e incoherentes” a su colega y a Martín Redrado.
Tras estas palabras, se vivió un fuerte cruce en Twitter en donde las famosas se dijeron de todo, y en donde Ansaldi calificó de “gato” a la modelo, palabra que provocó la ira de la panelista de Polémica en el Bar.
Protagonizando un fuerte ida y vuelta, Luciana le envió un extenso audio de WhatsApp a Ángel De Brito, el cual puso al aire con Connie presente, en el que explicaba que ellas antes tenían un buen trato, pero que por diferencias políticas, la periodista comenzó a atacarla. Y además, aclaró por qué hizo pública la pelea: “Yo me quise defender, obviamente con altura por los dichos que escuché de ella en el programa. Quise hacer un descargo que primero lo hice privadamente como corresponde, ella me bloqueó y no me contestó. Por eso decidí hacerlo públicamente”.
Al escuchar estas palabras, la angelita temporaria disparó: “Primero que no es mi amiga y segundo que no tiene que ver con diferencias políticas. Ella mezcla todo. Aparte de que se para en otro lado, que a mí no me importa, me da exactamente igual, cuando dice ‘lo hice con altura’, con altura no hiciste nada porque tenés la altura de un azulejo…”
E irónica, agregó: “Disculpame, si sabía que te importaba tanto que yo te quiera y que eras tan sensible… Voy a tener más cuidado”.
Pero al ser consultada por De Brito sobre por qué utilizó el término “gato” para definir a Salazar, Connie se justificó y ratificó su postura: “Yo tengo un gato. Yo amo los gatos y para mí es un elogio. Toda esa parte para mí es un elogio y es verdad lo que dice Luciana, de que yo la adoraba. Ella me caía muy bien".
Y continuando con su relato, explicó: "Cuando yo le digo lo que le digo, que es en la primera parte y en la que ella se ofende, yo la estoy elogiando. Justamente ahí, a mí me caía bien y me parecía simpática. Lo que no me parece simpático es cuando se convirtió en un aparato funcional a ciertos sectores para convertir información en elemento de apriete y desprestigio".
"Antes Luciana me caía bien y me parecía simpática. Lo que no me parece simpático es cuando se convirtió en un aparato funcional a ciertos sectores para convertir información en elemento de apriete y desprestigio"
En ese entonces, el líder de LAM la interrumpió y le apuntó a su manera de expresarse: "Esa es la parte de la operación, ¿Pero por qué le dijiste gato? A ella le pareció espantoso y mucha gente te lo cuestionó".
Sosteniendo firmemente sus dichos, Ansaldi aclaró: "Es lo que te acabo de decir. A mí eso me pareció simpatiquísimo.... Yo no soy de ningún Colectivo, pertenezco a mí misma y todo lo que digo, lo digo por mi misma. El año pasado he capacitado a más de cinco mil emprendedores, desinteresadamente, y muchas eran mujeres. Trabajo realmente por la inclusión y la diversidad y mi corrección política siempre fue incorrecta. A mí no me interesan las apariencias, no me interesa el acartonamiento vinculado a las formas”.
“Creo que estamos en un país que se está destruyendo día a día por justamente sostener una falsa postura e imagen de lo que no es y debe ser. A mí no me corran ni con el pañuelo verde, ni con los Colectivos, ni con trenes, ni con taxis ni a pata. Yo soy yo y de mis opiniones me hago cargo yo" continuó haciendo una reflexión sobre sus dichos y sus ideas políticas.
Pero retomando a la palabra que causó el alboroto, De Brito le retrucó: "Pero cuando hablás de ‘gato’, no estás hablando de un término simpático. Sabés a qué se asocia. No le estás diciendo ardillita".
E insistiendo en su argumento, la periodista concluyó muy polémica y disparó una amenaza: "Para mí sí es simpático… Yo le podría haber dicho cosas cien mil veces más hirientes a Luciana. Se ofende por lo de gato y no por lo de operadora política… Bueno".
