Tal cual lo tenía previsto, fiel a su estilo organizativo, Carolina Pampita Ardohain (41) está viviendo el comienzo de su verano a pura felicidad. Casada hace menos de dos meses con Roberto García Moritán, arrancaron el año instaladísimos en Punta del Este, típico lugar donde la conductora suele pasar los últimos días del calendario anterior y arrancar el nuevo a full, entre el descanso y las actividades.
Junto con sus hijos, Beltrán, Benicio y Bautista, y también los dos de su flamante esposo, Santino y Delfina, se instalaron en una glamorosa casa en la costa uruguaya, luego de que el economista perdió su billetera con la documentación antes de partir al exterior.
Y, desde el primer momento en que pisaron tierra charrúa, todo fue planes de diversión y celebración. Primero, para pasar la fiesta de comienzo del 2020 en la casa de Milagros Britos, la ex esposa del actual marido de la top, y luego para hacerles honor a los días con buen clima que acompañaron a la temporada.
Para todos los gustos...
Con la sonrisa más espléndida que nunca –y sólo tiene que ver con que también la acompañó su hermano y odontólogo, Guillermo–, Pampita disfrutó de distintos juegos en la playa con sus hijos, sobre todo con el más chiquito, que supo cubrirse de arena cual “milanesa”, mientras su mamá terminaba una sesión fotográfica. Es que la modelo, aparte de aprovechar el tiempo con su familia ensamblada, su pilar más importante, capitalizó las horas para cumplir con los clásicos compromisos que tiene en Punta. Por cada evento que la modelo fue, se dijo que sumó unos 10 mil dólares. Y si lo acompañaba García Moritán, la suma ascendería a 14 mil.
Uno de los momentos del día más sagrados fue el mediodía, cuando la morocha almorzaba con sus hijos y, entre otras cosas, los llevó a un restó con especialidad en chivitos. Pero claro, este año esos requerimientos laborales tuvieron otro sabor, con un toque especial. A muchos, sobre todo los nocturnos, fue acompañada por su marido, que ofició de guardaespaldas exclusivo y la mejor opción a la hora de contemplar la luna y mover el esqueleto en fiestas exclusivas.
Más allá de pasar los días con los suyos, Caro también se reencontró con amigas, entre ellas la DJ Puli Demaría, con quien compartieron tardes de playa, a orillas del mar. También se reunió con otras amistades, pero que no son conocidas en los medios, tanto de día como de noche. Pero eso no fue todo en los días de la jurado del Bailando en Uruguay.
