Denis Dumas contó, con la calidez que la caracteriza, cómo vivió el momento más difícil y trágico de su vida: la muerte de su hermana adolescente. La conductora de Nuevas Tardes, en la Tevé Pública, se sinceró sobre el impacto que le generó a ella y a su familia el cambio de vida para siempre. "Hoy, ya de grande, lamento la muerte de Janine aún mucho más que aquel entonces. Y revivo ese dolor de otra manera: Como una gran injusticia”.
“Al contar tres, pensé: ‘Falta uno’. Y lo primero que atiné a decir fue: ‘¿Quién se murió?’ ¡Sabía! Yo lo sabía…”, recordó Denise, al compartir cómo se enteró de la fatídica noticia del choque de madrugada, posterior traslado al Hospital Fernández, y de la lamentable muerte de su hermana, Janine, tras ver ingresar a 3 personas a su cuarto al comienzo del día.
"Para ese entonces, y desde las 2, en la casa había corridas y un fuerte bullicio de gente que se había reunido a lo largo de la madrugada... Era la primera vez que mi hermana salía de noche (tenía 16 años, 5 más que Denise). Creo que fue un destino inevitable", planteó la presentadora, en una nota con Infobae.
"Hasta ese momento, en mis rezos diarios, yo pedía solo dos cosas: Que nuca se me metiese una cucaracha en mi cuerpo y que jamás se muriese alguien de mi familia. Al ser tan niña, la muerte no era ni siquiera una posibilidad. Con el tiempo fui dándome cuenta de que ese episodio no estaba tan acomodado como yo creía. Y hoy, ya de grande, lamento la muerte de Janine aún mucho más que aquel entonces. Y revivo ese dolor de otra manera: Como una gran injusticia”.
UN ANTES Y UN DESPUES EN LA VIDA DE DENISE DUMAS
"Todo lo que siguió fue terrible. Al principio no sabes para donde correr. Es raro ver ese cuarto vacío en la casa…. ¿Cuándo se entra a sacar todo? La vida va haciéndose muy difícil de llevar. Muy difícil”, evoca. Denise se enojó y, según cuenta, “dejé de creer en muchas cosas. Entendí que todo dependía más de nosotros mismos", reflexionó Denise.
"Tal vez por el contrario de lo que suele sucederle a la gente que atraviesa un dolor tan grande, buscando aferrarse a la fe… ¿No? A mí no me cuadraba en el razonamiento y me preguntaba: ‘¿Por qué Dios nos hizo esto?’ Claro… Ahora, con creencias más adultas pero no tan grandes (porque me encantaría que fuesen enormes) puedo entender que ese ‘algo superior’ que existe por ahí, no está en esas cosas”.