El pasado 25 de noviembre el mundo se paralizó después de conocer la noticia sobre la muerte del máximo ídolo del fútbol: Diego Maradona. Tras la muerte del astro, se comenzó una investigación sobre las últimas horas de vida del Diez y la familia decidió velarlo en Casa Rosada para que el público pudiera despedirse.
El velorio se extendió durante pocas horas y todo terminó en disturbios en las inmediaciones del recinto gubernamental porque mucha gente quedó afuera sin poder despedir a Diego. Poco más de un mes después de ese día, Gianinna Maradona publicó un extenso descargo en Twitter con las razones que la llevaron a tomar esa decisión.
“Nunca vamos a tener dimensión de quién fue y será DIEGO ARMANDO MARADONA pero sí quién fue y seguirá siendo mi papá. Quienes hicieron la cola respetando al otro, quienes solo se acercaron para rezar, prender una vela o llorar en silencio. GRACIAS”, escribió Gianinna.
Y respondió la duda de todos acerca de la extensión de la despedida: “Querían que dejemos a mi papá tres días. Tres días sin dormir no íbamos a estar ahí, y tampoco lo íbamos a dejar solo. Por dejarlo un rato solo salieron esas fotos horribles”.
Y agregó: "Si pasaban tantas horas ahí no íbamos a poder abrir más el cajón. ¿No lo íbamos a ver más por dejarlo ahí así llegaban todos a despedirlo? NO. Lo compartimos toda la vida. En vez de agradecer eso, algunos sienten la necesidad de criticarnos y juzgarnos. Me acostumbré a que llevando mi apellido haga lo que haga me van a criticar”.
Según el relato de Gianinna, la familia decidió dar por finalizado el velorio cuando comenzaron los gases lacrimógenos: “Los gases lacrimógenos nos hicieron mierda los ojos, la garganta, entre el dolor de lo que estábamos pasando y la preocupación de que las vallas cada vez se movían más cerca de mi papá, era insostenible”.
Y cerró: “Piedad por quienes pasaron por la misma situación que nosotros y aún no se reponen, y por quienes no pudieron despedir a sus familiares por lo que estamos atravesando. No es culpa de Maradona lo que pasó el 25 de noviembre. Hubiese preferido quedarme en un cuarto con mi familia y que no culpen a él por los contagios”.