Cuatro años atrás, Ezequiel Cwirkaluk, popularmente conocido como el Polaco, desembarcaba en la pista del Bailando por un sueño. Por entonces, el referente de la movida tropical llegaba al programa con el objetivo de hacer aún más conocido su nombre.
Y la bailarina elegida por la producción para que lo acompañara en tal empresa fue Barby Silenzi, post embarazo y nacimiento de su hijita, Elena, con todo su talento y belleza al servicio de la pareja, una pareja que arrancó siendo pura y exclusivamente de baile pero que, en poco tiempo, la “piel” y la “química” hicieron lo suficiente para que se transformaran en algo más que compañeros de trabajo.
Que pasaba algo entre ellos se transformó en un secreto a voces que los protagonistas nunca confirmaron. Hasta que en el historial amoroso del rubio apareció el nombre de Silvina Luna, con quien también compartió la pista del certamen, mientras Silenzi bailaba con otro partenaire.
Sin embargo, las versiones que sostenían que ella estaba enamorada del Polaco y que él nunca terminaba de “soltarla” eran una constante. Incluso, fue motivo más que suficiente para que la crisis de pareja con Luna, con quien llegaron a convivir, se instalara en más de una oportunidad, hasta que llegó el momento de la separación definitiva. Y, después de un tiempito, tanto Ezequiel como Barby reconocieron públicamente que están juntos.
Finalmente, ambos apostaron a una relación lejos de la “clandestinidad” y muy cerca de la “formalidad”. Tanto que, con el correr de las semanas, la curvilínea modelo se instaló en la casona del cantante, en La Plata, y concretaron una convivencia. "A partir de ahora nos vamos a vivir juntos. Vamos a apostar por la convivencia", dijo él. Amor, proyecto de vida, apuesta y elección que hoy se traducen en la feliz noticia de un embarazo de tres meses, buscado, que los papis están disfrutando a pura sonrisa.
En los próximos meses, Alma y Sol, las hijas del Polaco, y Elenita, la heredera de Barby, serán una gran familia con la llegada del hermanito. ¡Felicidades!
