Feliz por la vuelta de Nosotros a la mañana, el ciclo que condujo durante siete años, el Pollo Álvarez se animó a hablar de un trastorno que padeció buena parte de su vida y del que logró salir con mucho esfuerzo y ayuda profesional: sus ataques de pánico.
“Por suerte, no tengo ahora. Me acompañaron muchos años y siempre los recuerdo porque cada vez conozco más gente que los sufre y recuerdo que fueron muchos años de mi vida pasándola muy mal”, contó el Pollo, en diálogo con Infobae.
Es que el recuerdo de esos episodios angustiantes sigue muy presente para el conductor de El Trece: “Me acuerdo de que iba al laburo, la pasaba mal, transpiraba y sentía que me moría, era demasiado para el cuerpo”.
“Hoy lo controlo, pero no tiro la toalla nunca”, aseguró el marido de Tefi Russo, que dijo que aún hoy tiene ataques de ansiedad pero que ya sabe cómo controlarlos. “Voy tranquilo, hago mi terapia. Me cuido. Hago deportes. Hoy mi cabeza lo puede superar, pero no es tan fácil”, indicó.
“Es algo que lamentablemente nos acompaña bastante a los que tuvimos, pero no es el fin del mundo, se puede superar”, señaló Joaquín, antes de detallar los síntomas que sufría cada vez que lo asaltaba el pánico.
"Te va atacando distintos lugares, entonces vas controlando momentos, pero te va pegando por otro lado. Es bravo”.
“Primero pensás que te morís, entonces aprendés a respirar. Después, sentía que se me dormía la cara y decía: ´No, no se me duerme la cara´. Después, el brazo. Te va atacando distintos lugares, entonces vas controlando momentos, pero te va pegando por otro lado. Es bravo”, contó.
El periodista explicó que pudo avanzar gracias al psicólogo y al psiquiatra. “No quiero ser irresponsable, hay que ir al psiquiatra para medicarse. Cuando te agarran esas cosas, te desesperás y no es tan fácil”, dijo y agregó: “A mí me acompañó muchos años”.
A pesar de que el Pollo logró detectar el detonante de sus crisis, no quiso contarlo por ser “demasiado privado”. “Hay un montón de cosas de mi pasado y la forma en la que me tomo mi laburo, mis cosas. El combo me mató”, comentó.
Y cerró: “Para estar bien de salud, hay que ser muy prolijo, hay que ser ordenado, hay que entrenar de vez en cuando. Hablo de ordenado en la vida, porque necesitás más que nunca estar en un eje”.
