Enrique Pinti le pone el pecho al momento. Duro es el suyo, como el de casi todos los argentinos. En una charla con Marina Calabró y su equipo de Confrontados, el monologuista habló sobre los shows de streaming que hizo (y hará junto a Marcelo Polino). “Es un milagro porque nunca hago esto. En casa ando inmostrable”, contó Pinti.
“Estuve muy guardado porque estoy pachuchón de las piernas. No puedo caminar mucho. Cada día voy a estar más pachuchón porque no hago nada. Vengo de la cama al living y del living a la cama. El departamento es grande, pero no tanto. Yo nunca fui gimnasta, al contrario. Por lo tanto, estos 6 meses me han jodido más la pierna. El peor enemigo soy yo”, dijo sobre su salud.
Pinti y la economía: "Tengo un colchón porque Salsa Criolla sirvió de mucho. Con un tipo como yo, que no ahorró nunca nada. No me ahorré ni un disgusto".
“¿Al Supermercado? Tampoco: tengo gente que me cuida y que lo hace. Sino tendría que ir. Imagínate, yo sin comer, no”, bromeó Enrique Pinti y habló sobre el trabajo con Marcelo Polino: “Acá viene toda gente muy sana. Está comprobado que son muy sanos. Si me levanto para ir y entro en esos estudios chiquitos donde se han contagiado un montón del ambiente y digo: ‘No, el bolo sale caro’. Porque una cosa es agarrártelo a los 40 y otra a los 80, diabético y gordo. Soy material radioactivo”, afirmó.
“¿Cómo te adaptas a esta nueva era del streaming?”, le consultaron. “Pensé que iba a ser mucho más difícil para mi. Por supuesto, es más difícil para los que no hacemos ficción y le hablamos al público. Lo que me ayudó mucho es que hablo solo. Acá no, tengo que hablar con Polino. Pero esta cosa del monologuista permanentemente. Necesito la gente, pero se que la gente está. Yo sigo”, aseguró.
¿Al Supermercado? Tampoco: tengo gente que me cuida y que lo hace. Sino tendría que ir. Imagínate, yo sin comer, no”, confesó.
“Nacha contó que tiene que hacer el cantando porque tiene que seguir laburando. ¿Vos como la estás llevando?”, le dijeron. “Tengo un colchón porque Salsa Criolla sirvió de mucho. Con un tipo como yo, que no ahorró nunca nada. No me ahorré ni un disgusto. Todo lo tiré por la borda en cosas que me gustaban a mi. Viajé dos meses por año en Primera a Europa, Estados Unidos... Me gasté mucho la plata. De todas maneras, el colchón fue y quedó. Alcanza para 6/7 meses. Por eso empecé a hacerme todo esto que tenía resistencia. Polino es un placer enorme trabajar con él, nos cagamos de risa, que es lo más importante. Se hace muy lindo”, cerró.
