Georgina Barbarossa y la liberación de los presos: “Tuve que hacer un trabajo espiritual muy grande para quitarme la ira, el odio y las ansias de venganza por la muerte de El Vasco” – Revista Paparazzi

Georgina Barbarossa y la liberación de los presos: “Tuve que hacer un trabajo espiritual muy grande para quitarme la ira, el odio y las ansias de venganza por la muerte de El Vasco”

En carne propia, la actriz vivió lo que fue la muerte de su marido en manos de delincuentes. En horas donde se autorizó la liberación de presos, advierte. “Esto me parece una locura, una locura…”
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La inminente liberación de 102 reclusos ordenada por el juez de Casación Penal bonaerense, Víctor Violini, despertó no sólo el repudio y respuesta del colectivo de actrices. A Georgina Barbarossa (65) la actualidad jurídica la afecta de forma particular y especial: en noviembre de 2001, Miguel Ángel Lecouna, apodado El Vasco, su marido hacía 15 años y padre de sus mellizos, fue asesinado a sangre fría.

Dos delincuentes armados abordaron el taxi en el que viajaba el empresario y lo dejaron al borde de la muerte, a consecuencia de quince puñaladas, en las calles de Palermo.  

Cuando Migel Angel Lecouna fue asesinado en manos de delicuentes sus dos hijos, Juan y Tomas, tenian 13 años

Si bien el papá de Juan y Tomás llegó al Hospital Rivadavia con vida su estado era tan delicado que no superó las primeras horas en el lugar, aunque llegaron a operaron.

Conmovida por la noticia judicial, en dialogo con Paparazzi, la popular actriz reconoció: “Estoy muy preocupada… Siempre dije y me mantengo en lo que manifiesto desde el 2001. Nunca estuve a favor de la pena de muerte. Pero siempre, siempre, desde el asesinato de mi marido, pedí cárceles dignas. No se puede tener a la gente como bestias a pesar que sean asesinos, criminales o violadores. Pedí que retribuyesen a la sociedad trabajando, arreglando hospitales, calles, rutas, escuelas...”

La actriz tuvo que enfrentar un juicio de quinbce dias hasta que condenaron a los responsables de la muerte de su marido

“Entiendo lo que está pasando con la pandemia, pero tendría que haber un sistema sanitario y el judicial tendría que ver que esto no es posible. Primero, no alcanzan la cantidad de tobilleras que hay. Segundo, está demostrado que las tobilleras tampoco sirven. Y que, además, esto da pie a un montón de represalias”, aseguró.

"Nadie puede salir con buenos sentimientos desde esa cárcel donde vemos que viven de una manera tremenda. Por supuesto, insisto, no estoy a favor de que salgan pero tampoco me parece que se mueran como perros ", dijo georgina.

“Sinceramente, esto me parece una locura… Pero es un tema de política de estado que tenemos que ver que se puede hacer con el tema de las cárceles. No se puede vivir en esas cárceles. Nadie puede salir con buenos sentimientos desde esa cárcel, donde vemos que viven de una manera tremenda. Por supuesto, insisto, no estoy a favor de que salgan pero tampoco me parece que se mueran como perros”, agregó.

“Hay una gran especulación de ambas partes: de los presos que quieren salir y, por otro lado, de la política del estado que tendrían que haber previsto esto de como están las cárceles desde hace muchísimos años”, comentó.

Georgina y El Vasco, como lo apodaba cariñosamente, estuvieron casados quince años hasta que la muerte los separo

“Los asesinos del Vasco están sueltos, los liberaron hace tiempo por buena conducta. Los largó el juez Axel López que fue el primero que largó al violador que cuando salió volvió a violar y matar a una niñita. Cuando me enteré, lloré mucho. Me ofrecieron poner seguridad en un radio X, pero a los asesinos te lo podes encontrar en cualquier lugar y yo soy una persona publica”, gritó.

"Me ofrecieron poner seguridad en un radio X pero a los asesinos te lo podes encontrar en cualquier lugar y yo soy una persona publica ", GRITO GEORGINA.

“No me dio temor, lo puse en manos de Dios y tuve que hacer un trabajo espiritual muy grande para quitarme la ira y el dolor, el odio, las ansias y el deseo de la propia venganza porque me iba a morir de un cáncer y yo no me podía morir de un cáncer porque me necesitaban y me necesitan aun, aunque ya tienen treinta y dos años”, contó.

"Lo puse en manos de Dios porque otra cosa no se puede hacer, no los puedo perdonar, no soy tan buena católica ", CONFESO.

“Lo puse en manos de Dios porque otra cosa no se puede hacer, no los puedo perdonar, no soy tan buena católica. Pero lo pongo en manos de Dios porque soy egoísta, para no generarme un cáncer, no puedo vivir con ese odio y esa ira. Si, sus caras no me las olvidare jamás. Lo peor del asesinato cruel y despiadado de Vasco con tamaña cantidad de puñaladas y cosas espantosas fue, luego, el juicio. Esos quince días que duro el juicio y escucho desde distintos ángulos y distintas esquinas los hechos de los testigos que contaban. No quiero hablar más porque me pongo muy triste. Por eso me parece terrible porque esta gente que va a salir, sale con sed de venganza, es gente que no ha podido tener educación lectiva ni espiritual”, cerró.

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