La convivencia con los vecinos siempre implica ciertas aristas difíciles de sobrellevar, a partir de los diferentes ritmos de vida y costumbres. Tamara Báez sucumbió ante las reglamentaciones de los barrios privados y terminó con una sanción durísima en lo económico.
La influencer se mudó, recientemente, a un country en General Rodríguez, luego de resolver el conflicto por la cuestión habitacional con L-Gante, que le consiguió una propiedad para que conviva con su pequeña Jamaica en un espacio cómodo y seguro.
En esta nueva comunidad, Tamara acaba de recibir un revés, una dificultad que le generó un dolor de cabeza y sobre todo una erogación monetaria importante. Todo se remite a unas reuniones en el interior de su hogar, que evidentemente provocaron el descontento de las personas que viven cerca.
La propia Báez explicó la situación negativa que padeció en las últimas horas, a través de Instagram, ese espacio en el que se mueve con asiduidad y donde relata todas sus actividades cotidianas para sus miles y miles de seguidores, que la apoyan y desean enterarse de sus novedades.
Parece que la problemática se activó con las juntadas de Tamara con sus amigas y amigos, que incluyeron música en volúmenes altos y una extensión temporal de varias horas. Todo esto en jornadas laborables, lo que habría originado el descontento y las quejas de sus vecinos.
Ante los reclamos reiterados de los habitantes del barrio a la administración, las autoridades tomaron cartas en el asunto y rigiéndose por las normas le enviaron a Báez un multa fuerte. La blonda mostró la factura y escribió: “Nada barata la joda”. Con la imagen se pudo dilucidar que tuvo que abonar la suma de 77.542,97 pesos.
