Cada verano, toneladas de famosos argentinos cruzan el charco. En avión, en auto o en barco llegan al Uruguay y en un 99,9 por ciento se instalan en Punta del Este. Algunos más pomposos y otros menos rutilantes desembarcan en sus playas para dorarse bajo el sol y compartir sus lugares y sus sitios exclusivos. Eso es para las figuras nacidas de este lado del Río de la Plata, el verano uruguayo. O era: el coronavirus transformó todo. Todo, absolutamente todo.
En un momento de esta semana, Uruguay pasó a ser un lugar piola para escapar de la amenaza de pegarse la enfermedad. Al menos para algunos famosos argentinos, la ausencia de infectados en su territorio lo volvió un destino cercano para refugiarse. Los que siempre van a buscar sol ahora fueron a encontrar algo de sombra. Digámoslo de esa manera.
La China Suárez no lo logró. Un poco porque al rato de llegar trascendió la noticia de que el país hermano lamentablemente también tiene infectados (por ahora todos casos importados, es decir que no cuentan aún con casos autóctonos ni mucho menos la temida “circulación social”) y otro porque se dio a conocer una foto suya comprando en un supermercado con la cara tapada con un barbijo de color celeste que hizo, un poco, explotar a la gente.
Las redes sociales volvieron a funcionar como caja de resonancia donde la gente dice lo primero que le viene en gana. Apenas trascendieron las fotos de LAM, la China fue altamente reprobada ya que no se consiguen barbijos y se considera que una persona que tiene uno se lo está quitando a un posible contagiado. La actriz no es ajena a ese tipo de reacciones. Es una fanática de Instagram, sobre todo, y lo que se dice allí acerca de ella la afecta y la condiciona. Si hablan bien, se alegra. Si la critican, lógicamente, se bajonea. Y pasó lo último.
Entonces, la China se sintió en la obligación de dar explicaciones a la gente. Y lo hizo en sus historias, como se usa en estos tiempos. “Estoy volviendo de Uruguay en auto a quedarnos en casa”, arrancó la mamá de dos (Rufina y Magnolia) en un texto escrito en blanco sobre un fondo negro. Aunque no le gusta ser alarmista al extremo, la rubia un poco lo fue al expresar que “la información cambia todos los días y el panorama es realmente alarmante”. Acto seguido, hizo un pedido a la población. “Seamos responsables y pacientes con el otro, si tienen información o sugerencias son bienvenidas”.
La China Suárez había estado en Uruguay en compañía de Benjamín Vicuña, su pareja, y la hija de ambos, Magnolia. Aunque ninguno de los dos lo confirmó públicamente, es un secreto a voces que están esperando un hijo. Por eso, según se dijo, había extremado los cuidados y se había puesto el barbijo celeste. Por eso, también, emprendió el viaje en un momento en el que se recomienda todo lo contrario: quedarse en casa el máximo tiempo posible.
Para disculparse por el uso del barbijo la China subió una nota de Perfil donde se explica su utilidad y la necesidad para aquellos que están contagiados. “Gracias por la información a todxs, lo comparto por si les sirve. No compremos barbijos los que estamos sanos. Yo no lo sabía y ahora lo sé”. Sincera, la China. Mucho más que en otras oportunidades. Y sí, el coronavirus cambió todo.
