La primera mujer y esposa de Marcelo Tinelli, Soledad Aquino, confesó en una entrevista a flor de piel cómo transitó su enfermedad, su relación con sus hijas, el amor que recibió de sus amigos y de gente que ni siquiera conocía. Esta vez, detalló que le gustaría escribirle a una carta a la familia que le donó el órgano.
Luego de un año de lucha, después de un año peleando por vivir, Sole expresó que enfrentar esta situación "le cambió la vida" y que, a partir de ahora, "está mucho más intuitiva", luego de haber "vivido una guerra todos los días". En este sentido, detalló que para agradecer este regalo de poder volver a vivir y para agradecer el órgano que le donaron, comentó que en ocasiones se despierta con "ganas de escribirle una carta esa familia".
Si bien pensó en muchos momentos, que esa acción puede llegar a "despertar la sensibilidad de toda esa gente", confesó que a veces siente que lo quiere hacer realizad, porque ella "volvió a vivir".
Durante la charla, sostuvo que todo el tiempo pasó "mucho dolor", tanto físico como emocional, porque veía también a sus hijas que "ya no sabían qué hacer para ayudarla". Después de un largo tiempo, hoy Sole pudo contar su realidad y agregó: "Aprendí a ser paciente".
La madre de Cande y Mica recordó el emocionante momento en el que se reencontró con sus hijas, con su casa y volvió a pisar el jardín y volvió a ser libre: "La primera vez que pasé la primera noche en mi casa, fue la gloria del cielo" y relató el momento en el que sintió mucho miedo: “Tuve mucho cag…, mucho miedo. Y más cuando me contaron después que tuve paros cardíacos y todo lo que pasó. Mi médico me tuvo que revivir como en las películas cuando te empujan el corazón, no es que fue con máquinas o algo. Me tuvieron que revivir de nuevo y eso me pareció increíble”.
En tanto, agregó que transitó por momentos de mucha incertidumbre: “Tuve miedo muchas veces más después de todo eso, porque cuando ves que se te vienen todos los médicos juntos decís ‘Dios, algo falló’. No estaba todo bien todo el tiempo”.
