Desde octubre de 2013, fecha en que Marcelo Tinelli (57) le vendió el 81% del paquete accionario de Ideas del Sur al Grupo Indalo, comenzó su pesadilla. Lo que en principio vio como un gran negocio para crecer y afrontar desafíos, con el correr de los años se transformó en su calvario. Pese a que intenta por todos los medios desligarse y enterrar de una vez por todas a ese monstruo que lo atormenta y no lo deja dormir, no logra llegar a buen puerto. Cada paso que da lo devuelve al pasado. Luego de venderle el porcentaje restante al Grupo, el año pasado terminó de romper su vínculo con sus ex socios ante la falta de pago a él y a su equipo. Se abrió una causa y los denunció por estafa. Sin embargo, cuando todo debía dirimirse en la Justicia, ciertos fantasmas reaparecen. Mientras se sigue armando para reaparecer este año, Tinelli quiere recuperar parte de lo que dejó en Ideas (hoy pertenece al Grupo Ceibo). No sólo busca que le paguen lo que le deben, sino sumar a sus filas hombres de confianza que quedaron a la deriva en la anterior empresa hasta tanto no se desvinculen. Entre otros, se encuentran Chato Prada y Federico Hoppe, sus productores de toda la vida, que aún mantienen un contrato firmado con su ex productora, y hasta su director, Alejandro Ripoll. En cuanto al dinero, el reclamo ascendería a los 157 millones de pesos, pero según fuentes cercanas al hombre de Bolívar sólo le quieren facilitar el cobro de una cuarta parte a cambio de que termine con todo y se olvide de cobrar el resto. La semana pasada se volvieron a reunir, pero no llegaron a buen puerto. Se vivieron momentos de tensión, que Marcelo y su gente tomaron como apriete, extorsión y amenazas. Incluso, más allá de la deuda, desde Ideas del Sur buscan retenerlo y lo amenazan con que ellos aún tienen los derechos del Bailando por un sueño por un año más, y que ante esto ellos son los encargados de producir el formato con él como conductor. Estas fueron las cartas que le pusieron sobre la mesa y le avisaron que si no acepta estas condiciones llevarían la empresa a la quiebra y, de suceder esto, los cien trabajadores no percibirían ni un peso de lo que les deben. De lo contrario, si acepta, se pondrían al día. Hasta se habrían comunicado con El Trece, canal por el que viene saliendo el envío, para avisar que bajo estas condiciones, ellos produciendo, con Marce conduciendo, sin demandas de por medio, se harán cargo de la deuda. Esta parte, desde el lado de Tinelli, la vieron como una extorsión. Luego del tira y afloja, de reiterados encuentros, el Cabezón dio por finalizadas las reuniones privadas. Desde ahora todo se resolverá solamente en la Justicia.
Vuelta de página. Este año, ante la incertidumbre de qué iba a acontecer con el programa, Marcelo llevó tranquilidad. Formó la productora LaFlia, y bajo su supervisión garantizó que este año habrá una nueva edición del Bailando. Todo indica que saldrá por la pantalla de El Trece y que en cuanto al producto, no habrá demasiados sobresaltos. El conductor firmó contrato con Televisa –tiene la licencia del formato– y se garantizó los derechos del certamen de baile, por lo menos, por tres años más. Sin embargo, en el camino quedó el nombre Showmatch, propiedad de su anterior productora. En este contexto, continúa trabajando para desembarcar en día y horario, cuando se vuelva a escuchar su ya clásico: “Buenas noches, América”. De antemano, en lo que al programa se refiere, ya empieza a sufrir desplantes. En principio, el alejamiento de Federico Bal y de Laura Fernández. El cuenta con ellos, pero los chicos, que están separados, no quieren saber nada con volver al certamen. ¿Intentará convencer a una de la parejas más fuerte que tiene?
Otra reunión que no llegó a buen puerto
Un acuerdo que se demora
