Llegó a la Argentina a los 8 años en un abrir y cerrar de ojos. “Me desperté y estaba en la Argentina, rodeada de personas hermosas, ¡con ojos redondos! Yo no sabía decir ni hola", contó con frescura Jungwa Lee (58), mejor conocida en el ambiente artístico como La Señorita Lee. Aquel personaje, que fue furor en los ’80, llegó de la mano de Seis para triunfar, junto a Héctor Larrea, programa que rompió el molde y siempre ganaba en el rating.
Oriunda de Corea del Sur, abandonó su país cuando sus hermanos estaban en edad de hacer la conscripción. "Mis tres hermanos estaban en edad de conscripción: imaginate mi mamá cómo se puso. Tuve que dejar todas mis cosas en el pupitre de un día para otro”, explicó en La Nación.
Una vez aquí sufrió bulying por parte de sus compañeros de escuela. "Me empujaban, me tiraban de los pelos, me cargaban. En esa época había una propaganda de planchas Atma con un japonés que decía 'Takayama mentiroso': gracias a eso me decían 'sos una mentirosa'. Me decían "chinita"... no se sabía que existía Corea en ese momento", recordó.
"Mientras estaba en un programa de 60 puntos de rating seguía haciendo dos o tres vuelos por día”, contó.
Pero el tiempo pasó y su vida en Argentina se encaminó. Fue modelo, azafata y finalmente llegó a la televisión. Explicó que quien la acercó al modelaje fue la periodista Lana Montalbán.
"Un día andaba caminando y me siguió. Como era mujer y la vi corriendo al lado mío con la lengua afuera le di bola. Me dijo que un fotógrafo amigo necesitaba una japonesa para que estuviera al lado de una fotocopiadora con un kimono en un catálogo. Como no tenía modelo oriental, me habló. Me pareció coherente", evocó.
Más tarde fue Marcela Tinayre quien la mandó a llamar para un desfile. "A partir de ahí me llama Elsa Serrano. Después Nina Ricci. Y después Roberto Piazza y muchas marcas de alta costura. A pesar de mi altura, las propuestas de trabajo venían hacia mí", explicó.
"Gracias a Marcela Tinayre me llama Elsa Serrano. Después Nina Ricci. Y después Roberto Piazza y muchas marcas de alta costura", agrega.
Después fue el turno de la tele. "Arranqué llevando la valija con la plata y terminé bajando la escalera vestida de novia, con Héctor (Larrea)", recordó.
Sin embargo, aunque el programa era un éxito, ella siguió trabajando en Aerolíneas Argentinas. "Mientras estaba en un programa de 60 puntos de rating seguía haciendo dos o tres vuelos por día”, dijo.
“Una vez fui tapa de la revista Siete días y me pedían: 'señorita Lee, ¿me firma?', y yo firmaba y después, con toda naturalidad, preguntaba '¿qué desea tomar, señor?' y le servía el café", rememoró.
Después, se convirtió en actriz y su sueño de ser ingeniera nuclear quedó en el olvido. Sin embargo hoy, casada con un hombre argentino y madre de un adolescente, está a punto de completar la carrera de Psicología en la Universidad de Buenos Aires.
