La escribió Miliki, se llamaba "Vamos de paseo" y decía, en el comienzo de la primera estrofa, lo siguiente: “El viajar es un placer, que nos suele suceder/ en el auto de papá nos iremos a pasear”. La letra acompañó la infancia en blanco y negro de miles y miles de pibes durante las décadas del 70 y el 80. La canción se volvió entrañable y se convirtió en un himno de la infancia de aquellas épocas sin cable, sin celular, sin Netflix, sin Internet y sin YouTube, pero con felicidad.
La tele ya no es solamente en colores. Ahora hay LED HD, Full HD, pantallas curvas y definición 4K. Las enormes cajas gordas de entonces hoy son finísimas láminas que colgadas en una pared hasta parecen cuadros. De los cuatro canales de aquel momento pasamos a las infinitas opciones de la actualidad. No todo cambió para mejor, guarda: si aquel contenido era gratuito, ahora hay que garpar casi todo. Los tiempos cambiaron y las épocas son otras. Redes sociales, smartphones, conexión de 1.000 megas, 4G y datos móviles, entre muchas otras cosas, revolucionaron la existencia de la gente. La dieron vuelta y la pusieron, literalmente, patitas para arriba. Pero los pibes siguen siendo pibes. Allá lejos y en el tiempo y acá, en la era de la velocidad supersónica, los gurrumines siguen tarareando sus canciones preferidas y siguen teniendo de ídolos a quienes las cantan. Hace rato que la reina de los argentinitos es Panam. La indiscutida preferida del piberío criollo. Como dicen en la cancha, podrán imitarla… pero igualarla jamás. Laurita Franco publica una creación y ahí van todos los chicos a repetir ritmo y estribillo como pueden. Y a juzgar por las imágenes que acompañan este texto, Laura podría agregarle su impronta a la legendaria canción que nació en la mente del payaso español: “El viajar es un placer, que nos suele suceder/ en el auto de mamá, nos iremos a estudiar…”. Observen las fotos: la conductora infantil llevó en su vehículo a sus dos hijos mayores, Lucas y Sofía, al primer día de clases. Lo vivió junto a ellos y lo disfrutó con una sonrisa de oreja a oreja. El varón ya está más grande –arrancó tercer grado– y cuando los pibes crecen no quieren que las madres los lleven de la mano. Para la nena, en cambio, fue el primer día de clases de su vida, pues comenzó salita de 3. Entonces Panam la llevó a upa y tuvo que quedarse con ella como parte del período de adaptación al jardín por el que transitan todos los nenes.
Horas después, todavía plena y algo cansada por hacerles frente a tantas obligaciones, Panam charló con Paparazzi. “Estoy muy feliz. Sofía arrancó en sala de 3 y Luca ya está en tercer grado. Su curiosidad lo hace un chico muy estudioso. Me llama la atención que le encanta preguntar todo e ir en busca de su respuesta”.
Cuando una madre habla de un hijo es difícil frenarla. Y como Panam ya había arrancado, mejor dejarla seguir: “El nene ama compartir sus descubrimientos. El otro día, en la cena, me dijo: '¿Viste, ma, que mi materia favorita es Inglés? Bueno, leí que mi deporte favorito, que es el fútbol, nació en Inglaterra y se reglamentó en 1863'. Ja, ja, ja, imaginante el babero que me tengo que poner como mamá cuando hace esos análisis”.
Laura sigue sonriendo al recordar que “como es muy remolón y lo tengo que despertar varias veces para que se despabile y venga a desayunar, me inspiró a escribir la letra de una canción que titulé 'Despertate Tomate, levantante', cuyo videoclip voy a estrenar con música de Carlos Tarro y la mirada creativa de mi amigo Campi. Amo acompañar a Luca y a Sofía en la época escolar. Me anoto en todas. Desde ir a la salita de la chancleta para hacerles títeres, jugar con mis canciones o armar un videoclip con el grado de Luca para incentivar la tarea de reciclar. Me considero no sólo una mamá presente, sino presente, pasado y futuro! Ja, ja, ja, no sé cómo hago, pero estoy en todos lados”. Panam lleva a sus hijos a la escuela. Música, maestros…
Panam, mamá presente
En la puerta del cole
