Tras finalizar el Cantando, Laurita Fernández tiene más tiempo libre para realizar actividades que por trabajo venía postergando. Y una de ellas es su paso por el dentista ya que tenía que extraerse una muela y al tener que estar al aire de lunes a viernes en El trece se le dificultaba.
Pero la postergación no se debía sólo a una cuestión de tiempos. Al menos eso dejó en claro la propia bailarina al compartir la experiencia con sus seguidores. “Miedo, me sacan una muela”, comenzó con su seguidilla de historias la novia de Nicolás Cabré.
En el posteo siguiente, y con fondo negro, Laura sólo compartió la imagen de una jeringa que bien podría haber significado que le estaban colocando anestesia…, ¡pero no!
“Me dan un calmante y ya me baja la presión. ¿Les conté que me dan impresión las agujas?”, comentó en Instagram junto a imágenes donde, pálida, va manejando su auto rumbo al odontólogo.
“Miedo, me sacan una muela. Me dan un calmante y ya me baja la presión. ¿Les conté que me dan impresión las agujas?”, confesó la bailarina.
“Llegué. Estoy en la puerta del dentista. ¡Que miedo!”, escribió la conductora del Cantando mientras salía del estacionamiento y caminaba hacia su turno médico.
Durante una hora la bailarina se ausentó de su cuenta de Instagram… hasta que reapareció. Tema resuelto, había pasado el susto para Fernández, quien ya tenía una pieza dental menos.
“Chau muela de juicio adolescente. Quería contarles que salió todo bien. No hubo cambios, así que, todo de diez”, relataba Laurita mientras, usando un filtro que le deformaba la cara (a modo de broma), conducía de vuelta a su casa, ya con el anochecer de fondo.
“Chau muela de juicio adolescente. Quería contarles que salió todo bien. No hubo cambios, así que, todo de diez”, relataba la conductora post extracción.
Agradecida con el dentista por su trabajo, la influencer subió una foto junto al médico que le sacó la pieza molar en cuestión y siempre diva, nunca indiva eligió una imagen vieja que, según ella, era porque no daba publicar una con la cara hinchada. ¿Cómo terminó el día la bailarina? Comiendo muuucho helado.
