María Becerra sorprendió a sus millones de seguidores al compartir uno de los momentos más íntimos y vulnerables de su vida. A través de su cuenta de X (ex Twitter), la cantante publicó una imagen de un cuadro que ella misma comenzó a pintar hace más de tres semanas, para canalizar pensamientos.
Según sus palabras, representa todo lo que está viviendo con su salud emocional. “Hoy les comparto este triste cuadro que empecé hace unos 25 días y aún no pude terminar”, comenzó escribiendo La Nena de Argentina, abriéndose por completo con sus fans.
La publicación, que se volvió viral rápidamente, conmocionó a sus seguidores por la carga emocional de la obra y por las palabras que la acompañan. En el cuadro se puede ver una pintura cargada de tonos oscuros, líneas difusas y una atmósfera melancólica.
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Si bien la imagen transmite una fuerte sensación de angustia, hay un detalle que la artista quiso destacar: un sector del cuadro, abajo a la derecha, que pensaba llenar con globitos flotando como símbolo de esperanza. Después de La dolorosa decisión que tomaron con su novio, ella decidió expresarse con este tipo de arte.
“Tampoco creo que lo haga nunca, ya que siempre que intento seguirlo me pongo a llorar. Representa mucha oscuridad este cuadrito para mí, pero también un poco de esperanza... ahí a lo lejos, ahí por debajo a la derecha donde se ve un poco despintado, quería hacer algunos globitos flotando, pero nunca pude”, reveló María.
El posteo no tardó en recibir una avalancha de comentarios. Miles de fans le expresaron su apoyo, le enviaron palabras de aliento y le agradecieron por compartir un momento tan personal. Muchos se sintieron identificados con su forma de canalizar el dolor a través del arte.
Aunque no dio detalles específicos sobre su situación, María Becerra viene dando señales de estar atravesando una etapa difícil. En entrevistas anteriores ya había hablado sobre su ansiedad y la presión de la industria. Esta vez, eligió expresarlo de otra manera: con pintura, con silencio, con lágrimas, y con una sinceridad abrumadora.
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La imagen de los “globitos flotando” que no pudo terminar, se volvió un símbolo de ese pequeño rayo de luz que aún asoma en medio de tanta oscuridad. Es un gesto de humanidad, de fragilidad, pero también de valentía. Con esta obra inacabada, María Becerra dejó en claro que es una persona detrás que siente, sufre y lucha.
Su testimonio artístico conmovió a toda una generación que muchas veces también se siente desbordada, pero encuentra en el arte una forma de resistir. A veces no se trata de terminar el cuadro. A veces, compartirlo es suficiente.
