Tras el escándalo del corderogate, y en medio de un sinfín de críticas y amenazas, Federico Alvarez Castillo y su mujer, Lara Bernasconi, abandonaron la casa que habitaban en Punta del Este y regresaron a Buenos Aires. Pero el tema sigue dando que hablar…
Y esta vez quien rompió el silencio fue el exrepresentante de modelos, famoso en los años ’90, Pancho Dotto, quien en otros tiempos fue íntimo amigo del dueño de Etiqueta Negra. ''Me pareció bastante ridículo todo lo que dijo sobre Federico Álvarez, y le están cobrando bastantes facturas. Cuando vi el video dije: ¡que puntería!’’, dijo Dotto a la salida del cumpleaños de Pampita, en Punta del Este.
''Federico Álvarez, no Castillo, no tenía una moneda, yo lo conocí y pensé que era mi mejor amigo, no tenía absolutamente nada y fue escalando socialmente y económicamente, él trabajó para eso toda la vida”, agregó Dotto. ''No manejó bien las cosas, él sabía quién era y sabía todo’’, añadió en referencia al Pacha Cantón, responsable de lanzar el animal desde el helicóptero.
“El fue uno de mis mejores amigos, pero lo voy a contar en el libro, el pibe es como es”, dijo mientras deslizó que el problema que hubo entre ellos fue de polleras. ''Hay pocos códigos, se metió con alguien que no se tenía que meter’’, concluyó.
“Una novia muy jovencita de Pancho se distancia de él y Alvarez Castillo hace lo imposible para lograr su atención, cosa que logra”, explicó sin decir de quién se trataba el diseñador César Jurisich.
Por su parte, Lussich explicó que el empresario textil se llama sólo Alvarez, pero que se añadió también el apellido de la madre para darse corte
