A la fuerza debió aprender a convivir con el ruido. Con las noticias, las tapas de las revistas y con las internas familiares relacionadas con el dinero y el poder. Probablemente por eso, Dalma Maradona (31) pretende hacer de cada momento libre algo provechoso. Disfrutarlo al máximo, porque sabe que en cualquier momento una nueva bomba puede estallar y poner otra vez a su familia en el centro de la escena. Sin ir más lejos, la actriz está transitando actualmente un escenario paradójico, agridulce, que le provoca sensaciones ambivalentes, generando un contrapunto emocional que le reclama una gran madurez para conseguir sobrellevarlo sin padecer una dosis extra de estrés. Mientras Claudia Villafañe y Diego Maradona intercambian cartas documento y se acusan mutuamente de defraudaciones conyugales millonarias, presuntas cuentas off shore, calumnias, injurias y otras hierbas, Dalma tiene que hacer malabares para digerir los problemas de sus padres y a la vez compenetrarse con su marido y con su profesión. Sobre todo en los tiempos que corren, cuando la proximidad de una película comenzó a demandarle una mayor carga horaria para ir leyendo el guión y su flamante esposo, Andrés Caldarelli, pretende verla feliz y radiante, pues están recién casados y las expectativas no son otras que forjar un vínculo armonioso y duradero. Para colmo, días atrás, Maradona pidió que la investiguen también a ella por un faltante de plata que al parecer era propiedad del ex capitán de la Selección argentina. “Hay un banco en la Argentina del que se hizo una extracción de 490 mil dólares. Hubo un enojo de Dalma cuando llamó al banco y no le podían girar el dinero. Finalmente lo sacó el 2 de febrero. Diego quiere saber de dónde salió la plata y por qué no le comunican. Esa plata ingresa al banco como comercio exterior, estamos investigando de qué cuenta salió”, contó Matías Morla, abogado de Diego.
Sí, su propio padre sospecha de su proceder. A cualquier hija le produciría un impacto espiritual muy fuerte, pero a Dalma no tanto, porque además de sentirse segura de su honestidad, como indicamos al principio, ya está acostumbrada. Desde chica interpretó las reglas del juego y aceptó las cartas que le tocaron. Entonces va para adelante. Lejos de acusar un recibo anímico por la denuncia de Diego, compartió su primera salida de casada con Andrés. Fueron a presenciar el show de Benjamín Amadeo, quien presentó su álbum Vida lejana en el Teatro Opera, de la Avenida Corrientes. El músico, que fue telonero de Abel Pintos en el estadio de River Plate y de Ed Sheeran en el Estadio Ciudad de La Plata, tuvo su bautismo de fuego en un mítica sala porteña ante la atenta mirada de un público exigente, compuesto en parte por decenas de famosos que fueron a darle su apoyo. Dalma fue una de las más efusivas al finalizar el show y aplaudió largamente a Benjamín. Andrés también, aunque lo hizo con su característico perfil bajo. Con una gorra de AC/DC, el yerno de Maradona buscó pasar desapercibido. Es lógico. Con tantos problemas que le van surgiendo a su mujer a cada paso, lo único que falta es que lo tilden de pretender robarle el protagonismo. Ni siquiera valdría la pena intentarlo, porque eso, con un Maradona, es literalmente imposible.
Dalma y su flamante esposo
El bebé tendrá que esperar
