Cebollitas caló hondo en el corazón de varias generaciones, con el imán poderoso con el fútbol y un mensaje de amistad muy profundo. Millones de argentinos crecieron disfrutando del ciclo durante las meriendas y muchos actores salieron de esa cantera. Como el caso de Diego Vicos, más conocido como el “Colo”, que sigue disfrutando del arte, pero en un destino exótico.
Los vericuetos del destino cruzaron su camino con una dominicana, que conoció estudiando dirección en Canal 7. El flechazo los unió e incluso el amor se transmutó en el nacimiento de Valentino. Ese lazo amoroso con Elizabeth le permitió conocer República Dominicana, recorrerla y descubrir un campo fértil para trabajar.
Claro que antes de radicarse en tierras caribeñas, el Colo desarrolló un raid muy extenso de papeles en la pantalla chica argentina como en Rebelde Way, Doctor Amor, Alma Pirata y Frecuencia 04. Hasta fue movilero del mítico Alberto Mateyko en La movida del verano.
En contacto con Paparazzi, Diego rememoró el momento en que decidió trasladarse a Dominicana. “Tenía muchas de viajar, fuimos de visita y me gustó mucho el país. Allá se fomentó mucho la ley del cine y decidimos ver qué pasaba. Así que nos fuimos, empecé a hacer mucho cine y montamos con ella una agencia de casting”.
La experiencia recogida en tantas producciones de calibre como Polka o Cris Morena, más el roce con grandes actores como Arturo Puig, Benjamín Rojas o Gonzalo Heredia, le posibilitaron demostrar sus capacidades en la pantalla grande. Por eso, en el país caribeño protagonizó muchos títulos como El pelotudo, en que encarnó a un beisbolista, o Una breve historia de amor, en la interpretó a publicista medio nerd.
Además del trabajo delante de la cámara, Diego se desarrolló con su agencia Luna Casting, aunque ahora está en vías de activar su propia empresa, tras el divorcio de su exmujer, hace un año. También desentraña la pasión por el teatro, con muchísimos proyectos realizados, entre los que se destacó el musical Anchoítas, que estuvo cinco temporadas en cartel.
Feliz del sendero que transitó y que lo llevó a miles de kilómetros de casa, el Colo aguarda que se levante la cuarentena para aterrizar en Buenos Aires para visitar a sus afectos. Mientras tanto, vive una situación muy peculiar de aislamiento.
“Estoy en una mansión, que se llama la casita films, que es una productora de cine. Estábamos con un amigo director pre produciendo una película y la cuarentena me agarró acá. Es literalmente una propiedad gigantesca y me quedé a compartir con mi amigo y su mujer. Esperando que cuando se vaya este caos pueda ir a Argentina”, detalló con toda la energía y empatía a la hora de hablar.
