Había ingresado al Sanatorio de la Trinidad para hacerse un chequeo de rutina. Claro, esos que, alguna vez, todos nosotros hicimos o tendremos que hacer. Para sorpresa de su familia, colegas y amigos, de repente, Débora Pérez Volpin falleció. Primero, el desconcierto y el dolor. Después, las dudas y los reclamos. ¿Qué pasó? ¿Por qué un estudio que debió ser rápido y sin complicaciones produjo la muerte de esta queridísima profesional?
Tras la insistencia de familiares. colegas y amigos, finalmente, el Sanatorio de la Trinidad de Palermo emitió el correspondiente parte médico: "Se encontraba internada desde el 5 del corriente por un cuadro abdominal complejo. El plan de estudios incluyó una endoscopía digestiva alta. En el día de la fecha durante la realización de dicho procedimiento padeció un paro cardiorespiratorio, que no correspondió a las maniobras habituales de reanimación. Acompañamos a la familia en tan dolorosa situación".
Más allá de la escasa explicación del sanatorio, las dudas, el desconcierto y el infinito dolor siguen dando vueltas alrededor de la noticia más triste.
Que en paz descanses.
Por Agustina Rinaldi
Infinito dolor.
