Mientras aún quedan secuelas y heridas que no cierran por el faltazo de Diego Maradona al casamiento de su hija Dalma, en el clan Maradona se abre un nuevo foco de conflicto. Esta vez, relacionado con otro de sus herederos, Diego Fernando. Desde que se fue a vivir por trabajo a Dubái, cortó relación con personas de su sangre y parece relacionarse sólo con un grupo selecto, aunque tenga que dejar a sus hijos de lado. Quien arremetió contra él, justamente por este tema, ya cansada de no recibir respuestas, fue su ex, Verónica Ojeda (41). La rubia abrió su corazón y dejó salir su dolor más profundo. Cicatrices que no cierran y que aún sangran. “Hace un año y medio que Diego no ve a su hijo y eso me duele como mamá. Se borra de la vida de Dieguito. Con esto no quiero hablar mal de Diego, es contar la verdad a todos”. Con lágrimas que no pudo contener corriendo por su rostro, en su visita a Intrusos, Vero decidió, pese al qué dirán, enfrentar a quien se le ponga adelante. Decidió contar intimidades para intentar una reacción del otro lado… “En una oportunidad, en el jardín le pidieron que dibujara a la familia, y Dieguito hizo su padre chiquito y con la cara tachada. Incluso una vez me llamó para que le pasara con el nene y él no quiso hablarle. El le dijo: ‘Basta, papá; no quiero’. Diego se enojó y Dieguito revoleó el teléfono. No lo llamó para el cumpleaños ni para las fiestas. Tampoco cuando lo interné por una intoxicación, en Estados Unidos. Recién me preguntó por él 15 días después”. Más tarde, brindó detalles de una conversación que mantuvo con Maradona. “El temor de él era que el nene tuviera autismo. Me habían dicho eso en un diagnóstico. Le hice el estudio del sueño y salió todo bien. Con eso pudimos descartar muchas cosas por el tema del habla, que le cuesta hablar. Ese es su problema. Yo estoy trabajando un montón para cuidarlo y él ni siquiera llama para preguntar cómo está. El psicólogo me dijo que esté muy atenta a los encuentros con el papá, porque eso lo altera mucho y no le hacen bien”. Desconsolada, explotó: “Lo que pasa es que nunca estuvo un día entero con Dieguito. Nunca pasaron un fin de semana. No conoce a su hijo. No sabe cómo duerme. Eso es lo que más me duele, que no tenga ningún tipo de relación”.
¡Apunta! En esta encrucijada, los dardos van directamente a Rocío Oliva. “En Dubái le cuentan lo que quieren. Rocío Oliva es una persona oscura, y me hago cargo de lo que digo. Al nene le hace muy mal todo esto y no sé si se lo voy a dejar ver cuando venga. No sé si le va a hacer bien a Dieguito ver a su papá. La última vez lo dejó muy excitado y nervioso, y eso no le hace bien”.
Contraataca. Enterado de las declaraciones, Maradona le indicó a su abogado, Matías Morla, que le inicie a Ojeda una demanda por daños y perjuicios. “Diego pidió que lo dejen de hostigar”, contó el letrado. Ojeda, lejos de acatar, fue por más. “¡Que recuerde que tiene un hijo de cinco años! Nadie lo hostiga, sólo digo que es un padre ausente. Me encantaría tenerlo cara a cara, pero no me dejan llegar a él. Yo no tengo la culpa de que sea un pollerudo. Basta de la Verónica boluda. Basta de que mis viejos le lleven a Dieguito a la hora que él quiere y como quiere. Se acabó. Genial. Vamos a Tribunales. Por el bien de Dieguito, buenísimo…”.
Verónica Ojeda banca a Claudia
Ojeda le reclama presencia a Diego
