Hay una nueva referente del periodismo político. Y no es una más. Todo lo contrario. A las Maria O´Donell, Romia Manguel, Débora Plager, Maria Julia Oliván, Mariel Fitzpatrick o Cinthia García, solo por nombrar a algunas de las muchas mujeres que ganaron espacio en un ambiente históricamente dominado por los hombres, se debe agregar, a partir del último año y medio, a Viviana Canosa. Nada más y nada menos que a ella.
Y como hizo cuando se dedicó al espectáculo, Canosa no iba a desembarcar en esas arenas para pasar inadvertida. Nada que ver: ella avanza casilleros como si el dado siempre le marcara un seis. Sus entrevistas hacen ruido. Y sus opiniones ni hablar: ahora, mientras reporteaba a Sergio Berni, el ministro de seguridad bonaerense, dio una particular versión de la cuarentena y sus efectos.
"La verdad, a esta altura prefiero respirar el virus y contagiármelo antes de volverme loca encerrada en mi casa" afirmó Canosa ante el estupor del funcionario provincial, quien segundos antes, en medio de la discusión por los alcances, la duración y la eficacia del aislamiento, la había invitado "a respirar el barrio San Jorge de Tigre si quiere pasarla mal".
"Estamos hartos de salir a caminar con los últimos tres números del DNI. Nos sentimos esclavos" bramó Canosa, quien varias veces avisó que se siente con la madurez y la soltura necesarias como para no guardarse nada frente a ningún entrevistado, por más importante que sea su cargo.
Canosa, a quien el año pasado los rumores vincularon sentimentalmente con el mismísimo presidente Alberto Fernández, por entonces candidato a la primera magistratura, repiqueteó con que "la verdad es que no damos más, sicológicamente no podemos más".
"No sé qué es peor, si el virus o volverse loco. Hay una desesperación por recuperar la libertad que no estamos sintiendo, y eso se expresó con la gente saliendo a correr masivamente los otros días, y con los cacerolazos que se escucharon las otras noches. Hay gente que debe estar ahora lastimada porque nunca corrió en su vida, pero tenía la necesidad de salir" remarcó Canosa.
Berni, que tampoco es hombre de medias tintas, apenas atinó a responderle "mire, no pongamos a la sociedad como víctima" mientras la conductora siguió firme en su planteo.
Un rato antes, en el arranque del programa, Canosa había protagonizado un momento que llegó a las redes sociales y fue tomado como "desopilante": se puso una venda en los ojos y se quedó unos cuantos segundos en silencio en un intento de dar a entender que "la justicia se está quedando ciega y dormida". Muchos la tomaron en broma.
SIN HOMBRES A LA VISTA
Canosa sigue soltera desde que el año pasado pasado protagonizó un sorprendente ida y vuelta con Alejandro Borensztein, quien curiosamente se volvió otro referente del periodismo político desde sus mordaces columnas domingueras en el diario Clarín, una de las cuales le valió una fuerte pelea con Jorge Lanata.
Canosa anunció su separación del humorista, después los dos confirmaron la reconciliación, y al poco tiempo fue ella la que dio la noticia de se habían vuelto a distanciar de manera definitivama, y que incluso ya habían firmado un acuerdo para divrociarse.
En una entrevista reciente, la "colorada" sorprendió al criticar a todos los hombres con los que estuvo en pareja. Pero su raíd de polémicas no terminó por allí, ya que en las últimas semanas discutió fuerte con varias actrices que militan en el feminismo, un movimiento del que ella prefiere no formar parte.
