El universo de la música, y la cultura entera, del planeta todavía llora, a mares, la partida de un referente, un verdadero ícono como Ozzy Osbourne, quien apagó su luz fulgurante, esa magia innata, a los 76 años de edad, hace dos semanas y entristeció a millones.
Tras la filtración de esta angustiante noticia, se especuló que el ex cantante de Black Sabbath traspasó de plano a raíz de su enfermedad, esa que padecía y con la que convivía: el mal de Parkinson. De ese modo, la teoría que se instaló refería a un desencadenante por ese padecimiento.
Empero, en las últimas horas se filtró un documento exclusivo, que refiere a la investigación oficial, que arrojó un resultado sorpresivo, porque constata que Ozzy no falleció por esa condición preexistente. De hecho, el informe describe la pelea hasta el último minuto.
El prestigioso The New York Times se animó a publicar la verdadera causa de la muerte de Osborne y describió con sumo detalle: "Paro cardíaco extrahospitalario, infarto agudo de miocardio, enfermedad coronaria y Parkinson con disfunción autonómica (causas articulares)".
OZZY OSBOURNE NO MURIÓ POR EL PARKINSON
Esa documentación, proveniente de un trabajo de investigación, también sacó a la luz lo que aconteció con Ozzy en su epílogo, dado que se contó se movilizó un helicóptero hasta su casa, con el objetivo de realizar una emergencia, pero no lograron detener los efectos del infarto.
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