La utopía, aunque inalcanzable, sirve como guía para avanzar y mejorar la sociedad, para caminar hacia adelante (Eduardo Galeano).
Los hinchas de Newells van para adelante como proponía el poeta uruguayo soñando con su utopía: que Lionel Messi, acaso el leproso más famoso de toda la historia de la humanidad, se ponga alguna vez la camiseta rojinegra. Saben que es difícil el objetivo, casi imposible, que tienen más chances de ganar invictos la Libertadores y el Mundial de Clubes que de cumplir ese sueño, pero ellos peregrinan sin cesar como cuando van al Parque Independencia a cantar presente en los banderazos previos a los clásicos.
Por algo empezaron. Multiplicaron la capacidad de su estadio con una tribuna nueva, le pusieron un número 10 gigantesco y además la llamaron Lionel Messi. Sí, le pusieron a la gradería el nombre de un futbolista que nunca jugó allí. ¿Un mimo para acercarlo un toque y que se decida a venir, o que por lo menos analice la chance de hacerlo? Probablemente. Los clubes les ponen a sus instalaciones el nombre de figuras, de ídolos, de fundadores o de presidentes clave en su vida. En este caso no. Tribuna Lionel Messi y a otra cosa.
Del otro lado también hay un diez. En lo que antes era "la platea del Palomar" y luego fue la tribuna que siempre ocupó la hinchada -la hinchada más popular, o la hinchada más grande del interior- también está ese numerito mágico. ¿Por qué? Porque alguna vez jugó allí Diego Armando Maradona. No fueron muchos partidos. No fue un gran paso. No dejó huella. No ganó campeonatos ni hizo muchos goles, pero se puso la camiseta rojinegra y con eso alcanza para rendirle un homenaje. Es suficiente: ahora quieren a Messi para ser el segundo club del mundo (después del Barcelona) y el primero y único en Argentina que pudo disfrutar a los más grandes de todos los tiempos. El club Goat.
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La construcción de la "Tribuna Messi", en realidad, está dentro de un "plan master" de obras de remodelación que pondrán "a nuevo" la cancha de Newells, uno de los estadios argentinos que más modificaciones recibió con el correr de los años. Hace 30 años la ubicación de las hinchadas era muy distinta a la actual y no tendrá relación alguna cuando se terminen las obras y la cancha tenga hasta techo, un techo redondo, y unas cuantas pantallas led que permitirán ver todo en vivo y en directo y en la mejor calidad posible.
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El 23 de julio de 1911 Newell's Old Boys inauguró su estadio ubicado en el Parque Independencia, corazón de la ciudad de Rosario, en terrenos cedidos en concesión por la Municipalidad de Rosario. El nuevo estadio, inaugurado aquel año, tenía una estructura que fue diseñada conforme al estilo de construcción británica(con perfiles de acero).
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El estadio, ubicado en el pulmón verde más grande y representativo de la ciudad de Rosario, tiene otra particularidad: se llama "Coloso Marcelo Bielsa", quien no lo ha visitado desde que le pusieron su nombre. Sin embargo, el "Loco" es un referente ineludible de la entidad. Se ha vuelto legendaria una imagen: los hinchas llevándolo en andas en la cancha de Ferro tras la consagración en el campeonato de 1990 (era el joven entrenador de aquel equipo tremendo) y él gritando desencajado "Newells carajo, Newells carajo". Esa foto, ese momento y eso que dijo se han vuelto símbolos eternos de los leprosos.
Construido en 1911, en poco menos de un año (el 23 de julio de 2026) cumplirá 115 temporadas ininterrumpidas recibiendo los partidos de Newells. Ha sido testigo de grandes actuaciones y también de las otras. Ha cobijado grandes equipos y otros medio chambones. Pero nadie podrá obviar que allí jugaron Cucurucho Santamarina, Marito Zanabria, El Tolo Gallego, el Negro Gamboa, el Gringo Scoponi, el Bati Gabriel Batistuta, el Tata Martino, el Chocho Llop, el Negro Zamora, Víctor Rogelio Ramos, el Gringo Heinze, Larry Saldaña y hasta el actual director técnico del seleccionado nacional Lionel Scaloni, Nacho Scocco y la Fiera Maxi Rodríguez.
