La muerte de Alejandra Oliveras conmovió al mundo del boxeo. La excampeona mundial, de 47 años, falleció el 28 de julio tras haber sufrido un ACV isquémico. En medio del dolor, su primer entrenador, Carlos San Miguel, la recordó con afecto y reveló cómo surgió el emblemático apodo que la acompañó durante toda su carrera: “Locomotora”.
“Ella tenía 24 años cuando mi padre la vio entrenando en un gimnasio de Río Cuarto. Le preguntó si quería pelear y respondió que sí. Entonces la llevó al nuestro y allí comenzó todo”, explicó, quien junto a su padre bautizó a la púgil. “Hizo guantes con dos chicos y los pasaba por arriba físicamente. Ahí le pusimos ‘Locomotora’”.
San Miguel destacó que en sus inicios como amateur no conoció la derrota. “No perdió ninguna pelea en esa etapa. Era una muy buena compañera y tengo los mejores recuerdos de ella”, expresó el entrenador, que fue testigo del nacimiento de una de las grandes figuras del boxeo femenino argentino.
Más allá de los logros deportivos, el técnico destacó la actitud que siempre caracterizó a su pupila. “El gran legado que deja es que hay que llevarse todo por delante. Nunca hay que entregarse, hay que ir por el sueño”, afirmó.
HABLÓ EL PRIMER ENTRENADOR DE LA LOCOMOTORA OLIVERAS
Para San Miguel, su energía era inigualable. “Sabía que podía llegar a cosas importantes y convertirse en una de las mejores del país. Su historia inspira a las nuevas generaciones”, aseguró.
La despedida a la Locomotora deja una huella profunda, tanto en el deporte como en quienes la acompañaron en su camino desde el comienzo.
