Durante su segunda visita de Estado al Reino Unido, Donald Trump y su esposa Melania fueron recibidos en los jardines del castillo de Windsor por el príncipe William y la princesa Kate. En ese marco, el expresidente de Estados Unidos saludó a Middleton con un apretón de manos, la miró a los ojos y lanzó una frase que rápidamente recorrió el mundo: “Sos hermosa, tan hermosa”.
La princesa le sonrió, mientras el príncipe William la acompañaba con su mano en la espalda, en un gesto que las cámaras interpretaron como de cuidado y apoyo. Acto seguido, las dos parejas ingresaron al castillo, donde los esperaban el rey Carlos III y la reina Camilla para continuar con la recepción oficial.
La revista Harper’s Bazaar definió la escena con un título elocuente: “Donald Trump saludó a la princesa Kate en la forma más típicamente Trump”. Es que los comentarios del líder republicano sobre la belleza femenina son una constante en su carrera pública y suelen generarle controversias.
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En junio, en una rueda de prensa en la Casa Blanca, le dijo a una periodista: “Sos muy hermosa. Ya no me permiten decir eso; es políticamente incorrecto, ¡pero sos hermosa!”. Incluso, según se supo, su secretaria de prensa Karoline Leavitt le recomendó evitar ese tipo de frases, aunque Trump no dudó en mencionarla: “Esa cara, esos labios, ¡la forma en que se mueven!”.
EL CONTEXTO DE LAS DENUNCIAS CONTRA DONALD TRUMP:
El contexto de su visita al Reino Unido estuvo marcado por protestas masivas en las calles. Grupos de activistas repudiaron su llegada por las múltiples acusaciones de acoso y violencia sexual que pesan sobre él, así como por sus vínculos con Jeffrey Epstein, el financista condenado por tráfico sexual infantil.
Incluso, en la noche del martes, cuatro manifestantes fueron detenidos por proyectar sobre las paredes del castillo de Windsor imágenes de Trump junto a Epstein. Una acción que buscó recordar públicamente la relación que ambos mantuvieron en los años 80 y 90, hasta principios de los 2000.
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Trump enfrenta desde hace décadas numerosas denuncias de acoso y violencia sexual. Al menos 28 mujeres lo señalaron públicamente por abusos que incluyen besos forzados, violación y tocamientos no consentidos. El expresidente siempre negó todas las acusaciones y las calificó como “falsas” y “motivadas políticamente”. Sin embargo, uno de esos casos derivó en una condena civil: el de la periodista E. Jean Carroll.
El episodio con Kate Middleton se suma a una larga lista de frases, gestos y antecedentes que marcan el costado más polémico de Donald Trump. Lo que para él pudo ser un halago, terminó generando incomodidad en la realeza británica y reavivó la controversia en un viaje ya cargado de tensión política y social.
