Ezequiel "Pocho" Lavezzi se encontraba pasando la cuarentena con su pareja, la modelo brasileña Natalia Borges y amigos y sus novias por El Caribe y la Costa Azul.
En el medio su apellido apareció en la sección judiciales en el diario uruguayo “El País” en una crónica que hablaba que el exfutbolista pagó 550 mil dólares para evitar un remate de su nueva casa, estrenada el último verano, en San Ignacio.
El escándalo había saltado en febrero de este año cuando medios uruguayos aseguraban que el futbolista no había pagado la totalidad de la propiedad.
En ese momento, la abogada Virginia D'Isabella afirmó que el acto judicial se encuentra encaminado: "Ya se le embargó la residencia que tiene el ex futbolista en Punta del Este y se pidió el remate de la mansión para que mi cliente pueda cobrar la deuda". Este accionar es a raíz de un contrato incumplido por un millón de dólares que Lavezzi negoció con el empresario en 2017.
El acreedor es un empresario uruguayo que le había vendido a Lavezzi y sus socios el permiso para desarrollar una marca de una cadena de chivitería en Argentina. El pago acordado era de un millón de dólares, pero el empresario sólo recibió la mitad.
“Si bien el nombre de la chivitería no aparece destacado en el informe, no sería otra que Rex, el clásico de La Barra, que hace un par de años abrió varias sucursales en Buenos Aires”, indica La Nación.
Y es que justamente a principios del 2019 esa chivitería tenía una promo que te llevaba a China a ver al Pocho que jugaba en el Hebei China Fortune.
Seguramente la cifra que tuvo que desembolsar no hizo mella en su economía, cabe recordar que en 2017 era el futbolista mejor pago del mundo.
