La postal llegó directo desde Turquía y no tardó en hacer ruido. Desde las tribunas del estadio, la China Suárez y su hija Rufina Cabré posaron sonrientes mientras alentaban al Galatasaray, el club donde juega Mauro Icardi. Pero no fue el fútbol lo que capturó la atención: el verdadero foco estuvo en su match de looks, una elección estética que mezcló glamour, tendencia y una dosis de polémica.
De novia con el ex de Wanda Nara desde hace un año, la China se muestra cada vez más cómoda en su nueva vida en Turquía. En ese escenario también aparecen sus hijos Rufina, Magnolia y Amancio. Y aprovechando la visita de su mamá, Marcela Riveiro, y un grupo de amigos íntimos, la China decidió llevar a todos a la cancha y “servir” un outfit con Rufi que fue comentado.
Desde Instagram, la actriz compartió un collage de imágenes del plan futbolero y escribió “La bandita”, acompañado de un corazón rojo. Sonrisas, complicidad y una puesta en escena cuidada al detalle. Sin embargo, la imagen que se robó todas las miradas fue la de la China y Rufina vestidas casi en espejo, una elección nada casual.
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Ambas lucieron tapados marrones de piel sintética, voluminosos, llamativos y cargados de presencia. El estilismo no pasó desapercibido: hubo quienes celebraron la conexión madre e hija y quienes cuestionaron la exposición y el nivel de sofisticación del look en una menor. No es la primera vez que la China genera debate con sus elecciones, pero esta vez el foco estuvo puesto en cómo vistió a su hija mayor.
EL LOOK DE LA CHINA SUÁREZ Y RUFINA CABRÉ EN TURQUÍA
Desde lo fashion, la apuesta de la China no fue inocente. Los tapados de piel sintética se perfilan como uno de los grandes protagonistas del otoño-invierno 2026, tendencia que ya pisa fuerte en Europa y empieza a asomar en el radar local. Textura, volumen y dramatismo: una prenda pensada para elevar cualquier outfit.
En la tribuna, la China y Rufina no sólo alentaron a Icardi. También marcaron tendencia, abrieron conversación y dejaron claro que, cuando se trata de estilo, cada aparición pública es una declaración. Y esta, sin dudas, no pasó inadvertida.
