A pocas horas de haberse casado, Carolina Ardohainy Gabriel Lage, el diseñador del vestido, se vieron metidos en una polémica de aquellas. No fueron pocos los usuarios de redes sociales los que los acusan de haberlo copiado de Lea Michele, la actriz de Glee, quien contrajo matrimonio con Zandy Reichen el pasado mes de marzo, en una boda que se vio en todo el mundo.
“Ella estaba fascinada con el vestido. En la última prueba le resultó muy cómodo y estaba feliz porque lo eligió para usarlo toda la noche. El que piensa que ese vestido del que hablan se parece al de Carolina no entiende nada de moda, y tiene que ir a un oculista; lo que están diciendo es absurdo. Tienen que crear una polémica con algo porque sino no tienen programa todos los días. Yo no copio, el día que tenga que copiar algo cierro el atelier porque significa que se me terminó el amor por la moda. Amo lo que hago",dijo Lage, para comenzar.
“No lo puede creer, me da un poco de gracia. Todo lo que hace Carolina lo llevan a un extremo que es difícil, y nosotros quedamos en el medio. Yo me enteré de esto a las 4 de la mañana del día de la fiesta y me pareció muy raro. A Pampita no creo que le importe nada de lo que se dijo”,se defendió.
“De cerca el vestido no tiene absolutamente nada que ver con el que usó Pampita. El modelo usado por Caro la falda se hace desde el siglo XVIII y comenzó a utilizarse para reemplazar al miriñaque. Debe haber millones de faldas parecidas porque se usó a lo largo de 80 años. Los grandes diseñadores han tomado esta falda cónica”, contó.
“Cuando abrí mi local de Recelote tenía uno muy parecido en la vidriera. Entonces tendríamos que decir que la diseñadora de esta actriz se copió de mí, es absurdo. Yo no conocía a la actriz ni al vestido y Pampita nunca me mostró una foto relacionada a ese vestido que nos pudo haber influenciado”, gritó.
“Tuvimos dos personas dedicadas exclusivamente a trabajar con este vestido. Lo hicimos en 50 días. Carolina tuvo 4 o 5 pruebas y estuvo en todo el proceso. Lució un traje de novia de cuerpo estructurado con sugestivo pero delicado escote en 'V', en tono blanco almendra, con falda en cascada, romántica y femenina. El vestido es de organza satinada que se adquirió aquí, pero es una tela importada. Para la construcción de la falda se utilizaron 30 metros de organza de seda natural satinada y capas de tules en desnivel, con aplicación de 59 metros lineales de sócalos de organza doble, pespunteados en hilo de plata, modelados enteros para que no tengan ningún corte, con excepción del sócalo final. El volumen interno se logró a través de una técnica de termofusión, que aplico desde hace ya muchos años en mi atelier”, explicó.
“Lo que hacíamos valía la pena. El valor del vestido es de alrededor de 9 mil dólares en la Argentina, pero en el exterior tiene un costo de 17 mil dólares. El valor de una pieza de alta costura acá lamentablemente es la mitad de afuera porque sino no lo podes vender”, terminó en Infobae.
