Manzana tiene un costado muy coqueto que recién ahora se conoció en Gran Hermano. Porque Federico Farías dejó relucir su obsesión por cuidar sus uñas después de muchos años de maltratarlas. Al punto en que el jugador vive pendientes de ellas y las mantiene más impecables que una mujer.
Manzana contó adentro del confesionario del reality show que supo pasar mucho tiempo de su vida comiéndose las uñas hasta que decidió, por voluntad propia, ponerle punto final a ese toc. Desde entonces, las extremidades de sus manos pasaron a ser una verdadera prioridad en su vida.
Tanto que, en más de una oportunidad, en los últimos días se lo vio a Big Apple retocárselas con una dedicación llamativa con una lima para que mantengan su forma y siempre luzcan prolijas. Además, le suele pedir a sus compañeras de competencia, sobre todo a Paloma y a Virginia que se las pinte para ir renovando su color.
Costumbre, quizá, más asociada a las mujeres, Federico está pendiente de la estética de sus manos y ya usó colores negro, dorado, salmón y vía láctea a fin de ir variando con las tonalidades que muestra ante las cámaras del programa de Telefe.
MANZANA NO LE ESCAPA A LA "FRANCESITA"
"Tengo un mal hábito que es el de comerme las uñas... Por eso me las voy a ir lijando para dejarlas parejitas. Nunca me había pintado las uñas pero qué le vamos a hacer. Lo trato de disfrutar y trato de aprender", contó Manzana en primera persona.
"Tenés mejores uñas que todas la pibas juntas", destacó Martín Ku. "Altas uñas tenés boludo...posta". "Lo hago para disfrutar, matarnos de risa y probar nuevas cosas", agregó Big Apple al justificarse sobre el motivo que lo lleva a renovar el look de sus manos a cada rato.
