El inicio de un nuevo año reformula, indefectiblemente, las programaciones televisivas. Así como en el plano personal se encara lo que viene con proyectos e ilusiones de mejorar en todo aspecto, gracias a una mirada autocrítica que permite visualizar lo bueno y lo malo del ciclo que se acaba, en la pantalla chica irrumpen los cambios. Modificaciones que ignoran los deseos individuales y privilegian los intereses del canal. Variantes que a veces le dan vida al desencanto o, como en el caso puntual de Alejandro Fantino (48), a un balance netamente positivo.
En lugar de exteriorizar una sensación de amargura por un ciclo que se corta por decisiones empresariales, el conductor no dudó en exteriorizar su tranquilidad y felicidad por dejar Animales sueltos, tras once temporadas al aire, en las condiciones que él pretendía. “No debe haber orgullo más grande para un conductor de televisión que dejar vivo un programa. Nada, ni cuarenta puntos de rating, que la verdad nunca hice (se ríe)… así que no sé cómo será, pero acá hicimos un rating muy alto, hemos ganado un Martín Fierro como Mejor programa periodístico… Esta sensación de que te vas a conducir otro programa dentro del canal y queda vivo lo que hiciste, es única”, fue la reflexión de apertura que realizó Fantino en Animales sueltos, espacio que alcanzó nada menos que las 2.427 emisiones.
“Esto no es moco de pavo”, subrayó el conductor, para remarcar más tarde que “no siento tristeza, porque esto es algo para disfrutar. Es la última noche de un rito de 11 años. O sea que tenía treinta y seis… Pasé por un matrimonio, por alegrías y por tristezas, mis viejos envejecieron, mi hijo creció, se me murieron los perros, me nacieron otros, pesqué amarillos más grandes, más chicos… disfruté, me reí, lloré… Todo acá”.
Aprovechando que las últimas salidas de Animales… en 2019 serían grabadas y con el profundo deseo de celebrar sus primeros dos años de amor con Coni Mosqueira (26), Fantino partió de vacaciones con su pareja. Obviamente, con el objetivo de brindar por el vínculo sentimental que llevan adelante y de paso recargar las pilas de cara a lo que se viene en el plano laboral. Profesionalmente, al conductor lo espera una nueva etapa, durante la cual se alejará del análisis del terreno político y se acercará a las fuentes que lo dieron a conocer en la década del noventa: el deporte.
Fantino transita una etapa de transición periodística que, sin dudas, lo seduce por considerar que es el momento de volver a las raíces, para tomarle otra vez el gustito al fútbol básicamente, en un contexto atrapante por ser completamente distinto al que supo recorrer cuando empezó. Desafíos que se avecinan y que seguramente demandarán una dedicación full time y un plus extra de adrenalina, pero que al mismo tiempo serán atractivos por tratarse de proyectos novedosos. Más aún sabiendo que Animales sueltos, que pasará a ser encabezado por Luis Novaresio, quedó en buenas manos. “El que viene es crack”. Si lo dice su creador…
