Lejos de sus planes, el verano de Barbie Vélez (24) arrancó de lo más movidito. Las diferencias entre Nazarena, su mamá y Federico Bal terminaron con el tema en la Justicia, y con ella llorando delante de las cámaras de televisión. El actor pidió una perimetral, tuvieron que evitarse los lugares de encuentro “casual” en la ciudad balnearia, donde ambos hacen temporada. Y recién cuando las aguas empezaron a calmarse fue que la integrante de Derechasempezó a disfrutar del verano, a su gusto y conformidad. Instalada en un departamento con su novio, que va y viene a la ciudad de Buenos Aires, dedica sus noches al teatro y, de día, se va a la casa de su mamá, donde también está su hermanito Thiago, de ocho años, y a veces Gonzalo, su otro hermano. Y cuando su novio y su padre se deciden a andar por Mardel, no se priva de pasar tiempo con ellos. De perfil bajo, de los que no buscan exponerse públicamente, Lucas Rodríguez (23), hijo de Fabián –el ex marido de Nazarena, fallecido en 2014–, acompañó a su enamorada en el festejo del éxito teatral. Juntos a la par, Barbie y el rubio se mostraron muy cerquita, claro, un poco menos de lo que comparten puertas adentro de su casa, en la que conviven hace largos meses. Con un año y medio de noviazgo, la joven actriz reconoció: “Nunca me enamoré así”.
Del brazo. Con el mar y la playa que se hacen valer de día, la ciudad y todo su ritmo lleno de luces y salas teatrales que se impone de noche, los tortolitos dan un paso más en la convivencia, que tiene la absoluta aprobación de las dos familias, tanto de la novia como del novio. Incluso la de Titi, el pequeñín del clan, que desde un primer momento tuvo en claro que ellos no eran hermanos y que nunca lo serían, más allá de que el papá del joven y la mamá de la actriz hayan estado casados durante años. La convivencia entre los jóvenes marcha cada vez mejor. Si bien desde un primer momento estuvo organizada, con el correr de los meses, de las vivencias y el cotidiano compartido, fluyó mucho más. “Lucas es un amor de persona. Es súper educado, muy caballero y correcto. Entre nosotros, todo es muy consensuado y hablado”,definió Barbie. Entusiasmada con la buena convivencia, la también hija de Alejandro Pucheta contó: “Si bien yo me encargo de la cocina y de las comidas del día a día, Lucas me acompaña moralmente, no me deja sola. Respecto al pago de los gastos mensuales, estamos organizados. Uno paga la luz y el cable, y el otro las expensas. A la hora de ir a comprar, una vez va uno al súper y la otra vez, el otro. También tenemos divididas las tareas que tienen que ver con la limpieza. Los dos tenemos plata guardada y cada uno agarra de lo suyo. Soy bastante organizada. Entonces, cuando tengo más trabajo, no me gasto toda la plata”, se explayó Bárbara sobre los detalles de una historia de amor que comenzó a partir de la amistad de ella con Camila, la hermana de Lucas, y que tardó tres meses en ser blanqueada, para no generar falsas expectativas en el entorno familiar.
Barbie Veléz contó que se reparten las tareas
Barbie Veléz con el apoyo de su familia
