La joven que saltó a la popularidad hace unos años con su papel en Violeta, tira juvenil en la cual conoció a su novio italiano, Ruggero Pasquarelli (26), se convirtió en poco tiempo en una de las influencers más importantes de nuestro país. Mientras comparte su vida con los seguidores y protagoniza la obra Chicas Católicas, planea hacerse vegana, estrenar otra pieza teatral, rodar una película y sumarse a Telefe.
“Soy curiosa y siempre estoy en búsqueda de cosas nuevas que van de lo personal a proyectos laborales. En cuanto a lo laboral, por suerte voy a seguir haciendo teatro, que me apasiona, me llena y hace feliz. Una película donde va a estar también Rugge, mi novio, y me gusta la idea de que volvamos a compartir”, arranca Candelaria Molfese (29).
–Lejos de lo mediático, tu fama llegó por las redes.
–No me siento una chica mediática, sino que en las redes se genera mi público. Y siento que eso de alguna manera me lo gané por mi constancia y las ganas que le pongo a las redes sociales, que uso como herramienta de comunicación positiva. Muestro una vida saludable, rutinas de entrenamiento, recetas, cuento que soy vegetariana desde hace 5 años y estoy en transición hacia el veganismo. Comparto lo que me pasa. Si me tengo que levantar y hacer una historia sin maquillaje la hago, no tengo problema, soy genuina y creo que el público compró eso de mí. A las redes las veo como una responsabilidad hermosa y me siento afortunada de que el universo me haya regalado tanta gente que me sigue.
–En Instagram te mostrás al natural, casi sin maquillaje.
–Me cuido, no por estética sino por una cuestión de salud. Mi cuerpo es el envase de lo que llevo dentro, es mi herramienta de trabajo y lo que me va a acompañar toda la vida. Estoy en transición al veganismo porque hay cosas que aún no pude sacar de mi dieta. Me muestro sin maquillaje porque estoy segura de lo que soy.
–¿No sos de las que sueñan con casarse?
–Estoy de novia desde hace cinco años y convivimos hace casi ese mismo tiempo. Nos conocimos trabajando en Violeta, hicimos gira y al instalarnos en Buenos Aires decidimos convivir. Tenemos una relación hermosa, de mucho acompañamiento. Estoy orgullosa de la pareja que tengo y elegí para que me acompañe en este momento de mi vida. ¿Casamiento? Creo en la celebración del amor, no en el casamiento y la institución de la iglesia. Estoy comprometida con él y lo que siento. No me hace falta plasmarlo en un registro civil. Soy muy cambiante, pero éste es hoy mi pensamiento.
–¿Cómo se llevan con la convivencia?
–Es difícil. Estar en pareja es difícil. Es un trabajo donde uno tiene que tener ganas todos los días de estar dispuesto a mejorar para el otro. Nosotros somos una pareja que dialoga. Soy bastante complicada porque soy muy ordenada, exigente y Rugge es un santo. Tenemos discusiones, pero nada que no se pueda solucionar. No somos una pareja que pelea, discutimos y solucionamos las cosas. ¿Celos? Fui celosa en un momento de mi vida, creo que por inseguridades mías. Los celos son de uno. Ruggero es un seductor nato, canchero, italiano. Acepto que él es así y así lo elegí. Hoy no soy celosa y él menos.
