Qué bonita vecindad... Todo lindo, dulce, alegre y festivo para la pantalla, "pour la galerie", para los chicos. Cuando se apagaba la luz, cuando la negra oscuridad le ganaba a los colores, la cosa era muy diferente en "El Chavo del 8", ese programa que acompañó la infancia y el crecimiento de un montón de generaciones de argentinos. Había escándalos de todo tipo. La serie que recrea el comienzo, el desarrollo y el final de las grabaciones ha puesto en el centro de la polémica, entre otras cosas, la personalidad y la relación de dos de las principales figuras de ese programa, Florinda "Doña Florinda" Meza y Roberto "Chespirito" Gómez Bolaños.
Ahora quizás no, los pibes de este tiempo por ahí no tienen ni idea, pero qué muchacho de 20, 30, 40, o qué señor de 50, 60 o 70 no vio algún capítulo, no se identificó o con "Quico", o con "Don Ramón", no se asustó con "La Bruja del 71", no se enterneció con "El Chavo", no odió un poco a "Doña Florinda", no se quejó con los chirridos de "La Chilindrina", no le dieron ganas de que el "Señor Barriga" les perdonara la renta a todos o no deseó tener un maestro como "El Profesor Jirafales". Aquella producción de la televisión mexicana se ganó el corazón de millones de argentinos, por eso puede doler más enterarse de algunas cosas.
Las series se pusieron de moda y una de ellas recrea todo lo que sucedió alrededor del "Chavo". Las cosas buenas y las cosas malas. Gómez Bolaños, de ahora en adelante "Chespirito", era un poco "el dueño" del programa. El que lo protagonizaba, el que lo escribía, el que lo dirigía, el que arreglaba las cuestiones de producción y el que decidía la suerte de cada uno de los personajes. Cuáles crecían y cuáles, en cambio, se iban a pique. Le llevaba 20 años a Florinda Meza, dede aquí "Doña Florinda", y pasó lo que suele suceder en este tipo de casos: la muchacha joven e inexperta que se enamora del jefe sabio, seguro, decidido, aplomado... y además millonario. Ah, también era casado. Menudo problema.
Está dicho: pasó lo que ocurre cuando el amor (o la pasión, o el deseo, o las ganas) son más fuertes y "Chespirito" plantó a su mujer oficial para irse con esa doncella que lo volvía loco, le aceleraba el corazón y le hacía dar respingos en otras partes del cuerpo. Se sentía joven de nuevo y se adentró en esa aventura de dejarse encandilar que le proponía ella, una muchacha entregada totalmente a la vocación de conocer, aprender y disfrutar de los placeres de la vida. Su romance escandalizó a México y a buena parte del mundo de habla hispana aún sin internet, redes, Twitter ni ocho cuartos. Ni televisión por cable había todavía, pero todos hablaron de ellos.
LA FUERTE DEFINICION DE DOÑA FLORINDA SOBRE CHESPIRITO EN MEDIO DE LA CONMOCION POR LA SERIE DEL CHAVO
Claro, el tiempo pasó, El Chavo dejó de grabarse en medio de unas peloteras infernales entre sus protagonistas (se repitió hasta el hartazgo en todo el continente, y cada tanto vuelve) y la gente, lógicamente, fue envejeciendo. Todos se ganaron el mango como pudieron (Quico, el Profesjor Jirafales y la Chilindrina siguen interpretando sus personajes, como pueden, aun con mas de 70), algunos fallecieron (Don Ramón, La Bruja, el propio Chespirito) y ahora, con la serie, la que salió a quejarse y a decir de todo porque la pintan como la mala, la villana, la roba maridos despiadada (algo así como La China Suárez en el México de los 70-80) fue "Doña Florinda".
Pero en medio de su descargo pasó algo tremendo. Reflotaron un viejo video suyo donde dice algo muy muy fuerte y muy pesado que en aquella época quizás pudo haber pasado así como así pero que ahora causó conmoción. En las imágenes se la ve bastante más joven con un Chespirito ya mayor en el que dice "cuando nos enamoramos él tenía siete grandes defectos: seis hijos y una esposa". Transcurren algunos segundos hasta que él reacciona y le dice "noooooo, pues cómo defectos. Mis hijos son todos una hermosa bendición". Ella no afloja ni un milímetro y retruca: "Si hubieran sido míos sí, sí serían una bendición y serían maravillosos, pero como eran de otra fueron un problema y un defecto". Y como el pasado y el presente se mezclan todo el tiempo, oooooootra vez la gente a odiarla de nuevo. Como en los 70, los 80 y los 90. ¿No era que todo tiempo pasado fue mejor?
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