El presente de Daniela Celis está atravesado por una situación tan dura como inesperada. Con Thiago Medina internado tras el dramático accidente que sufrió el pasado 12 de septiembre, la influencer abrió su corazón y contó cómo vive este momento de incertidumbre mientras intenta sostenerse por sus hijas, Laia y Aimé, que son su gran motor y su mayor responsabilidad.
Mientras Thiago se encuentra en vías de recuperación y este viernes fue intervenido quirúrgicamente del tórax, la situación tanto de Daniela como del resto de la familia del ex Gran Hermano no viene siendo nada fácil. Piden cadenas de oración, mientras afronta un crucial camino de recuperación para poder salir adelante con su vida.
Sin esconder el momento que atraviesa, Daniela puso en palabras lo que siente y lo difícil que es mostrarse entera cuando, por dentro, el dolor no la deja en paz: “Es un laburazo estar fuerte para ellas cuando estás hecha pelota por dentro. Entiendo que tengo mucha contención familiar y de amigos, padrinos, madrinas, con toda mi familia unida, y me está ayudando un montón para estar las tres contenidas, para no quebrarme delante de ellas".
Pero uno de los interrogantes más fuertes sobre Celis gira alrededor de sus hijas, las pequeñas gemelas que tiene como parte de su relación con Thiago. Si bien la pareja se encuentra separada hace semanas, en este punto la influencer fue consultada sobre cómo hace para sobrellevar la situación con las menores y de qué forma les hace sentir la presencia de su papá.
DANIELA CELIS SE MOSTRÓ DOLIDA AL HABLAR DE SUS HIJAS CON THIAGO MEDINA
“Tengo muy presente hablarles del papá para que no se olviden de que está él, que, por más que no las vea, las extraña, les manda besos y abrazos. Para mí es importante para el día a día. Sé que son muy chiquititas, pero entienden todo. Thiago es un papá muy presente. Intento hacer lo mejor que me sale y que puedo para ellas y que el día de mañana no sea traumático", remarcó Daniela.
La rutina cambió por completo desde el accidente. Daniela decidió frenar sus compromisos laborales para dedicar el tiempo y la energía a lo esencial: acompañar a sus hijas y estar al tanto del estado de Thiago. “Dejé de trabajar. Paré mi vida para poder estar todo el tiempo, para que no sientan mi ausencia. Me voy dos horas por día a recibir el parte y después me vuelvo a mi casa. Es difícil, pero estoy", contó sobre lo dedicada que se encuentra a esta situación.
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El desafío es enorme y las fuerzas parecen no alcanzar, pero Celis eligió ser honesta y resiliente. Apuesta al amor como sostén, a la familia como refugio y a la esperanza de que Thiago pueda salir adelante para reencontrarse con lo más importante: sus hijas.
