La recuperación de Thiago Medina sumó en las últimas horas un capítulo esperanzador. A través de su cuenta de Instagram, Daniela Celis compartió un parte casero —de esos que se escriben con el corazón en la mano— y detalló los progresos del papá de sus gemelas, todavía internado y en plena rehabilitación tras el accidente en moto.
El mensaje abre con una noticia que sus seguidores esperaban leer: “Tenemos la enorme alegría de que Thiago continua sin necesidad de respirador y con oxigeno a través de la cánula de alto flujo”, escribió Daniela. Es decir, ya no requiere asistencia respiratoria mecánica y el soporte se limita al alto flujo, un paso grande en el camino de vuelta.
Hay más señales positivas. “Está despierto, conversa con quienes lo cuidan y con nosotros”, contó la influencer, poniendo en palabras la reconexión de Thiago con su entorno inmediato: médicos, enfermeros, kinesiólogos y, por supuesto, la familia que hace guardia de amor desde el primer día.
La escena que se robó el posteo, sin embargo, fue íntima y contundente: “Vio videos de sus bebés y se puso contento”. El dato, breve y luminoso, funcionó como un termómetro emocional: el contacto —aunque sea a través de una pantalla— con las hijas que comparte con Celis activó una respuesta clara.
En procesos de recuperación largos, esos gestos son mucho más que anécdotas; son combustible. Con la misma franqueza con la que celebra cada avance, Daniela también pidió sostener el acompañamiento espiritual y el respeto por los tiempos médicos: “Seguimos pidiendo por su evolución y agradecemos a diario a todos los que lo están cuidando y acompañando”.
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En su mensaje, dejó entrever que podría necesitar otra operación, un recordatorio de que el camino no está terminado y que habrá que seguir paso a paso. El círculo íntimo de Thiago también se expresó. Camila Deniz, su hermana, compartió su emoción por las mejoras de estos días, luego de semanas de altísima preocupación en las que el ex Gran Hermano requirió soporte respiratorio invasivo.
En paralelo, los mensajes de cariño de fans y excompañeros del reality continúan llegando, con una consigna compartida: paciencia, fe y foco en la rehabilitación. Por ahora, el parte que vale es el que sale de la mesa de Daniela: menos tubos, más contacto y la sonrisa que provocan dos bebés a pura ternura en un teléfono.



