Las rispideces dominan ese vínculo forzado, esa relación que continuará toda la vida, a pesar de su nulo deseo de compartir ni un vaso de agua. La China Suárez y Benjamín Vicuña transitan por un presente álgido, sumamente espinoso, por la disputa por la tenencia de sus hijos.
El chileno confirmó, ayer, que nunca estuvo al tanto de la sorpresiva escolarización que ejecutó María Eugenia en Turquía. Incluso, el actor corroboró que se anotició de la inscripción de Magnolia y Amancio a un colegio en Estambul a través del Instagram de su ex pareja.
Desde ese punto se activaron miles de teorías, así como se recrudecieron las peleas en el plano judicial con la intervención de los abogados de ambas partes. En ese sentido, varias voces soltaron que la idea de la China es disponer de treinta días seguidos de sus pequeños y apenas diez para Benjamín. Un régimen muy singular, principalmente por esa decisión intempestiva de la blonda de salir corriendo del país para perseguir a Mauro Icardi a Turquía.
En todo ese entramado, María Eugenia retornó a Argentina y llevó a cabo un operativo para entregarle a Vicuña a sus hijos, para que pueda reencontrarse y fundirse en un brazo, luego de un periodo extenso sin disfrutar de las sonrisas de sus pequeños.
LA CHINA SUÁREZ LE LLEVÓ SUS HIJOS A VICUÑA
La actual novia de Icardi manejó varios kilómetros desde el country en el que habitaba con el futbolista, en zona norte, hasta el exclusivo Barrio Parque, a metros de la casa de Pampita, para cumplir con lo estipulado por la ley, dejar a sus hijos con Vicuña.
Así, Intrusos registró el momento exacto en que Suárez recorrió un par de metros desde la avenida Del Libertador hasta la puerta del edificio de Benjamín con Magnolia y Amancio. En ese recorrido, el cronista le consultó: "¿Se los traés a Benjamín? ¿Hablaste con él por la escolarización en Turquía?". Empero, la blonda apostó por el silencio absoluto.
