Los eslabones de la cadena de la guerra de Mauro Icardi y Wanda Nara son interminables y se reproducen a cada minuto con más aristas polémicas. Ahora se modificó el panorama con acusaciones directas, súper filosas e hirientes, con declaraciones y denuncias.
El futbolista elevó una presentación judicial en la que señala a la mediática como una persona endeble en su salud mental, hasta infirió que padece ciertas adicciones. Mientras que la blonda lo trató, literalmente, de basura por dudar de su tratamiento contra la leucemia.
En todo ese bombardeo, Wanda realizó una movida peculiar, que muchos analizaron como una mojada de oreja a su ex marido, dado que viajó a Rosario para formar parte de la fiesta de quince años de la sobrina de Icardi, que curiosamente se llama Zaira.
Así se maximizaron las especulaciones y se destapó una interna familiar impresionante de Mauro, que lo deja muy mal parado y que se vincula con un trato controversial con sus seres queridos, con los que comparte la misma sangre y crianza, nada más y nada menos.
MAURO ICARDI NI SALUDÓ A SU SOBRINA POR SUS QUINCE AÑOS
La historia la sacó a la luz Pepe Ochoa, quien explicó todo lo que aconteció el sábado: “A Wanda la invitaron a la fiesta de quince, no se coló, hablé con la madre de la cumpleañaera, que me dijo ‘no quiero que se especule sobre esto porque es la fiesta de mi hija’. El regalo fue plata que le depositó. La invitación llegó del lado de los Icardi”.
Acto seguido, el ahora conductor de Sálvese quien pueda ahondó en una guerra descarnada: “Mauro estaba invitado, le mandaron tres veces mensajes y nunca contestó. Eso es una interna familiar”. Literalmente, el futbolista no quiso participar del cumpleaños de su sobrina Zaira, la hija de Aldana Icardi, la hermana del delantero.


