Todos los días una nueva en el Wandagate. Ahora se desató "la guerra de los botines", enésima versión del conflicto que está próximo a cumplir 4 años: todo arrancó en octubre de 2021 con una simple historia de Instagram, y desde entonces están dale que te dale sin parar. Además, Wanda está convencida de que Icardi sigue enamorado de ella y que todo lo que hace es para llamarle la atención a ella.
¿Qué es la guerra de los botines? Fácil: cuando estaba en pareja con Wanda, Icardi se mandó a poner en su calzado deportivo el nombre de su mujer. Ahora que se separó y está con la China, hizo lo mismo pero con ella y con sus hijas. Y algunos que miraron bien bien las letras chiquitas de la inscripción también observaron las iniciales de los tres hijos de la China.
Cuando vio eso, o cuando se enteró, que es como decir lo mismo, Wanda Nara puso el grito en el cielo y trató de despechado y de ridículo a su segundo marido. Hizo lo mismo con el primero, Maxi López: lo basureó de arriba a abajo (incluso con acusaciones bastante graves) y cuando llegaron a un acuerdo todas esas barbaridades desaparecieron como por arte de magia.
"Que te tengan que obligar a pagar la obra social de tus propios hijos, de manera urgente y alimentos, es lo más bajo que un “millonario” puede hacer, ¡Que letritas ni letritas! Yo no pongo las iniciales en mis tacos altos, yo me ocupo de todo lo que el despechado incumple. Pasaron ya 10 meses, por qué usas el dinero en retrasar el pago de las que llevas en tus botines. Ridículo", disparó Wanda desde sus redes sociales dando inicio a un nuevo capítulo de la guerra con Icardi.
WANDA NARA TRATO DE DESPECHADO A ICARDI EN EL INICIO DE LA GUERRA DE LOS BOTINES
Mientras Wanda daba a entender que Mauro Icardi sigue enamorado de ella al tratarlo de despechado, acá en la Argentina pasaba algo totalmente distinto. La China llegó a Ezeiza procedente de Turquía y habló con la prensa como si nunca hubiera sido la que se escapaba al primer micrófono que veía.
En esa charla con los reporteros, la actriz contó que no descarta casarse con el goleador del Galatasaray pero que hoy, por el contrario, han puesto en el freezer la posibilidad de tener hijos... aunque igual nunca se sabe. Uno de los impedimento principales es la cantidad de chicos que ya tienen. Tres ella, dos él. Cuando se juntan son cinco pibes revoloteando, y en un momento es todo un tema. Pero con ellos nunca digas nunca.




