Siempre alejada de los escándalos o las peleas mediáticas, Julieta Nair Calvo mantuvo su romance en el mayor de los misterios. Poco o casi nada se sabía del hombre con el que compartía sus días. Ni su nombre ni su rostro. Sólo especulaciones. Es difícil en los tiempos que corren mantener la vida íntima resguardada de los fotógrafos o los opinólogos, pero la actriz logró lo imposible. Se tomó su tiempo, construyó su relación y cuando ya andaba de pie y caminaba sola, a buen paso y firme, la protagonista de Mi hermano es un clon se animó a blanquear al muchacho. Las vacaciones en compañía de su novio fueron la excusa perfecta para tomar las redes sociales y dar por terminado el “secreto de sumario”.
La felicidad cuando desborda es una fuerza incontenible y nada más lindo que gritarla a los cuatro vientos, por lo que la joven comenzó a compartir postales de su atípico viaje por la Patagonia argentina. La elección de la pareja, tal vez alejada de los estándares que suele manejar la farándula, fue emprender una aventura con sus mochilas a cuestas. Sin grandes lujos y con muchos desafíos por delante. La meta más ambiciosa que se fijaron fue la de realizar un ascenso al volcán Lanín, que tiene cierta complejidad y requiere pasar la noche en un refugio de montaña, y la satisfacción de la actriz se tradujo en un largo mensaje de agradecimiento en el que, claro, estaba incluido su amor.
“Ascenso al volcán Lanín, una de las experiencias más maravillosas de mi vida. No puedo expresar con palabras lo que se siente subir esa montaña, dormir en un refugio de película, ver la luna más maravillosa que haya visto: roja y gigante (…). Gracias vida por hacerme este regalo, gracias cuerpo por bancarte la subida durísima, gracias amor @andres.rolando por regalarme esta experiencia única y maravillosa (vivirla con vos hizo que todo fuese mejor )”, expresó en su cuenta de Instagram. De esta manera, con arroba mediante, Julieta dejó de esconder bajo siete llaves a su pareja, y no sólo reveló su nombre sino también su rostro.
Su estadía en el sur incluyó también un paseo por los famosos Bosques de Arrayanes, únicos en el mundo, y también recorrieron los bellos paisajes y lagos que abundan en la localidad de Villa Traful, Villa La Angostura y San Martín de los Andes. A pesar de emprender el viaje en “modo aventurero”, la pareja se dio algunos gustitos y se los pudo ver muy acaramelados disfrutando de un momento de relax en un hidromasaje y deleitándose con la exclusiva propuesta gastronómica del hotel más emblemático de Bariloche: el Llao Llao. ¡Dulce, dulce!
¡Hermosos!
¡Qué bomba!
La pareja se divirtió de lo lindo.
El paisaje del amor.
¡Bomba!
