Los precios, que suben, suben y suben. La inflación, que explota y desborda la vida de todos. El dólar, que no da tregua. Los “mercados”, que nunca responden bien. Las inversiones, que pasan cerca pero nunca entran. Los fallos arbitrales que favorecen a Boca y a River. Los tropiezos de Scaloni y el seleccionado nacional. Los elogios a cada cosa que hace el Loco Bielsa. Un escándalo atrás de otro en Comodoro Py. Los vaivenes de Games of Thrones. Si existiera el ranking de noticias más repetidas de los últimos tiempos, las separaciones y las crisis amorosas de Sol Pérez compartirían el top ten con todas las nombradas.
La rubia, dueña de uno de los cuerpos más deseados del país, no tiene suerte con los hombres. O la engañan o no engancha al más indicado. Lo cierto es que, por hache o por be, siempre se termina lamentando. Hace dos meses había presentado a Rolando Luna Benítez como su nuevo muchacho, pero 60 días después la relación se desvaneció por completo. En ese corto lapso pasó del feliz “me lo levanté yo, y en un baño” del principio al resignado “llegaba a casa cansada y me costaba cocinar para dos” del final.
“Lamentablemente no funcionó”, admitió quien se hizo famosa como la chica del clima. Y explicó que “veníamos peleando bastante, las cosas estaban caldeadas. El es un buen muchacho, pero necesito estar con alguien que me cuide. No quiero tener al lado a un celoso”. Sol, además, contó que sufre un acoso por parte de un desconocido que “la vuelve loca por teléfono”. Evidentemente, con los hombres no la pega. ¿Cuánto tardaremos en volver a escribir un texto como este?
Al mal tiempo, Sol sonríe...
Rolando fue el caballero que la dejó.
