En los días donde la ilusión por la llegada de un hijo suele teñir todo de calma, ternura y expectativas, Daniela Christiansson sorprendió al desnudar un costado mucho menos luminoso del tramo final de su embarazo. No todo es luces de colores, también hay momentos fuertes, de incertidumbre y hasta de absoluta preocupación, por lo que siempre hay que estar atentos.
Cabe recordar que su pareja, Maxi López, regresó hace unos días a Suiza por el nacimiento de su hijo Lando, y que se encuentra acompañando a Daniela en este tramo final del embarazo. Pero ahora la modelo sueca compartió un mensaje que encendió la preocupación entre quienes siguen de cerca su vida familiar.
Fue un mensaje íntimo, en inglés, que dejó flotando en el aire la sensación de que algo no estaba saliendo como se esperaba. “Fue un día lleno de emociones luego de chequear a Lando y hablar de nuestras opciones para el nacimiento, que no están realmente a nuestro favor. Pero yo tengo fe en los tiempos divinos. Lo más importante es que Lando lo está haciendo muy bien”, confesó Daniela en un posteo de Instagram.
La esposa de Maxi dejó entrever que, aunque el bebé se encuentra bien, las alternativas para el parto no son del todo alentadoras. El tono, más vulnerable de lo habitual, dejó ver el peso emocional de una etapa tan determinante. Y si bien es una etapa donde hay una susceptibilidad extrema, también hay que entender el contexto del embarazo en el que Daniela se encuentra hoy.
LA REVELACIÓN DE DANIELA CHRISTIANSSON POR SU PARTO A DÍAS DEL NACIMIENTO DE SU BEBÉ
Hasta hace apenas unos días, la familia disfrutaba de un momento de tranquilidad en Megève. Se alojaron en un hotel de lujo con todas las comodidades posibles, rodeados de nieve, montañas y disfrutando de un momento íntimo. Allí, Daniela, Maxi, su hija Elle y la inseparable Kika disfrutaron de una desconexión más que necesaria.
Piscina cubierta, sauna, atención personalizada y un clima cálido pese al invierno fueron parte de esa burbuja donde lo único que importaba era estar juntos antes del gran día. Ya de vuelta en Suiza, la calma volvió a instalarse. En ese hogar donde el invierno se vive con otra cadencia, Daniela y Maxi retomaron la rutina y se concentraron en la llegada de Lando.
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Aunque las palabras de Christiansson evidenciaron un dejo de preocupación, también transmitieron serenidad sabiendo que demuestra cómo la expectativa, el miedo y la fe conviven en un mismo lugar. La familia se mantiene unida, enfocada y confiada en el nacimiento de su bebé, en un momento de desafíos constantes donde el segundo hijo de la pareja es el principal refugio de todos.
