Decime, Mabel, ¿lo viste a Bal con esta piba jovencita, rubia, tan bonita la chica, que estaban diciendo el otro día en la tele?
–Sí, Inesita, lo vi, ¿cómo no lo voy a ver si lo dieron por todos lados? Mi hijo lo pescó por Internet también, pero yo de eso y del celular no entiendo nada. Me habló de las fotos esas, algo vi, porque le pedí que me mostrara…
–Y qué te pareció? Yo no lo podía creer.
–¿Qué querés que te diga? A mí me parece perfecto. Ya era hora de que se dieran besos y se abrazaran. ¿Cuánto tiempo más iban a estar como estaban?
–¿Pero de quién hablás, Mabel?
–De Fede Bal y Laurita Fernández. Hermosa la foto que me mostró mi pibe con el teléfono…
–No, no, nooooo, no querida… Yo te hablo de Santiago con la mocosita… puede ser la hija, o la nieta. Si es más joven ella que la Laurita, Mabel… Ni me acuerdo cómo se llama, una rubia con un físico tremendo… ¿Me entendés ahora?
...
No hay caso. A la gente común le cuesta seguir las andanzas amorosas del clan Bal. Uno se pierde entre tanta maraña y tanto laberinto de polleras, rouge, cuerpos del infierno, discusiones y escándalos. Un día van, al otro vuelven, una mañana aparece una morocha, otra tarde una rubiona, a la noche una ex con la sangre en el ojo. A ver… Hay algo que se puede decir y dar por confirmado, y es que, a esta hora y en este momento (pero dentro de un rato no sabemos) Federico Bal y Laurita Fernández están reconciliados. Ella posteó una foto en Instagram y queda claro que volvieron por decimoquinta vez, más o menos. No es casualidad que Federico protagonice tantos giros en su vida amorosa porque lleva el ADN de rompecorazones heredado de su papá, Santiago Bal, que aun con 82 no perdió el pelo (guarda, que el colorín amarronado que luce en la azotea recibe alguna ayuda oxigenada segurooo) ni tampoco las mañas: una vez más, al humorista de los mil romances se lo vio acompañado por una jovencita en un par de salidas nocturnas. Esas escapadas dispararon los rumores y las preguntas: ¿pasa algo realmente entre los dos o no es nada más que una movida de prensa para que se hable de Santiago pero sobre todo se haga conocida la chica que va a comer con él? El tiempo dirá, pero algo es innegable: a diferencia de otras muchachitas que se sentaron a comer con él, dieron un par de notas y después se esfumaron invariablemente por los aires, la de ahora dijo que Santiago le gusta, que es ella la que lo invita a salir y de ninguna manera sucede al revés, y que lo quiere comer a besos. Por algo empezó y le dio un par de picos como para darle una patada de kung-fu a todas las dudas que había acerca de sus palabras. Fede se atajó ante los acontecimientos y ya le dijo al drepa: “Guarda, que puede estar buscando fama”.
La candidata. Tiene 24 años (3 menos que Laurita, su nuera, 4 menos que Fede, su hijo… ¡¡y 58 menos que él!!), la chica que acompaña a Santiago se llama Claudia Pulignano, le dicen Calu, y en las redes sociales se presenta así: “Canceriana 100 por ciento, actriz, bailarina, promotora, el infierno es divertido si estás con el demonio correcto”. Calu ya tuvo una participación en la televisión y fue cuando estuvo en el programa Combate como aspirante con el nombre de la Kioskera. Allí, básicamente, mostró sus curvas imponentes con muy poca ropa encima. Un par de bikinis que le quedaban de maravilla eran su único atuendo en aquellos juegos. Las curvas que subyugaron a Santiago. “Es mucho para mí, no me tengo fe. Puede pretender a un muchacho más joven”, se sinceró el hombre. ¿Qué le dijo ella? “Prefiero diez minutos con vos que dos horas con uno de 30”. No se desmayen, Inesita y Mabel.
La rubia sorprendió con el romance.
Bal no se despega de su chica.
Calu tiene buena espalda también.
A los 82, Bal sigue creyendo en el amor.
